Otros pandilleros recibieron penas de 514, 417 y 264 años de prisión. Los condenados eran parte de una estructura de la MS-13 que operaba en los cuatro departamentos del oriente de El Salvador.
El criminal es un cabecilla del Barrio 18 que operaba en Apopa. Está acusado de varios casos de homicidio agravado, extorsión agravada y planificación de homicidios.
En 2018, el condenado fue detenido por agrupaciones ilícitas, tenencia y portación ilegal de armas de fuego y receptación. Pero salió libre y cometió el asesinato en el año 2020.
Policías y soldados se encontraban haciendo una patrulla en el cerro Huiscoyol cuando fueron atacados por pandilleros quienes abrieron fuego. El pandillero eliminado en el ataque es un "tercero al mando" en esa estructura criminal.
El pandillero no portaba DUI ni ninguna otra identificación cuando fue interceptado por las autoridades. El sistema de inteligencia policial lo perfila como una persona buscada por la justicia con antecedentes por varios delitos.