La Fiscalía General de la República (FGR) informó sobre la apertura de un proceso penal en contra de al menos cinco sospechosos de estar implicados en el homicidio de Rosa Elvira Flores Martínez, una lideresa comunitaria de Santa Isabel Ishuatán, en el departamento de Sonsonate, quien fue reportada como desaparecida por sus familiares y fue encontrada muerta el miércoles 27 de marzo en el distrito de San Julián, del mismo departamento.

La FGR aseguró que tras las investigaciones ha establecido que el principal sospechoso es un hombre identificado como Edwin Antonio Cáceres, quien tenía "una relación sentimental" con la víctima y en este momento se encuentra prófugo.

Otro acusado es Walter Daniel Melara, quien ya fue capturado y a quien se le encontró el teléfono celular de la víctima.

Según las investigaciones de la FGR, Flores Martínez le comunicó a Cáceres, el martes 19 de marzo, que ella viajaría desde Santa Isabel Ishuatán hasta el centro de San Julián para retirar una remesa de $2,500 que le envió uno de sus hijos que vive en Estados Unidos.

Flores Martínez, tras la comunicación, pidió un taxi para llevarle algunas cosas a su madre a San Julián. Al salir de retirar la remesa, se reunió con Cáceres, quien entonces la asesinó y dejó su cuerpo en el cantón Los Lagartos, de San Julián.

"Cuando el principal cómplice, Walter Daniel Melara, fue intervenido por nuestros agentes, admitió que él era el encargado de deshacerse del teléfono de la víctima “porque tenía clavo”.

Al menos otras tres personas más han sido detenidas y están siendo procesadas por este caso, aseguró la FGR.

El proceso penal pasó a la fase de Instrucción contra todos los sospechosos: Cáceres, quien está prófugo, además de Melara y los otros tres, identificados como Lizeth del Carmen Hernández Coreto, Karla Esmeralda Siguach García y Daniel Adonay García Mauricio, quienes se mantendrán en prisión por el delito de encubrimiento.

La FGR maneja el caso en los tribunales como un feminicidio en contra de la lideresa comunitaria. En un principio, tras el hallazgo, las autoridades policiales aseguraron que no podían determinar en corto plazo si la muerte de Flores Martínez había sido provocada, por lo que indicaron que esperarían los resultados del examen forense.

Tanto la Policía Nacional Civil (PNC) como la FGR ahora califican este caso como feminicidio agravado, luego de determinar que Flores Martínez falleció de forma violenta a causa de un golpe en la cabeza. 

En el proceso penal se ha determinado por parte de la FGR que Cáceres le quitó el teléfono celular a la mujer y se lo entregó a una tercera persona (Melara) para que se deshiciera de él y también le quitó el dinero de la remesa. 

"Los demás imputados movilizaron a Cáceres a través de un punto ciego en la frontera para que pudiera huir de los hechos", indicó la FGR.