Jason T. iba en brazos de su padre la noche del 12 de julio de 2006 cuando caminaban junto a su mamá y su abuela a través de una finca que transitaban siempre como atajo desde la parada de buses hacia su casa, en la zona de la colonia Los Azules, en la finca Los Llanitos en Ayutuxtepeque.

José Isaías Trejo Rodríguez, de 25 años, un par de años atrás, había dejado la pandilla 18 que lo albergó por varios años. Las huellas habían quedado en su piel, donde se marcó con tinta los números que le costarían la vida. Sin embargo, desde que su mujer Yancy Marcela Zúniga Aragón, de 19 años, quedó embarazada de Jason, las cosas habían cambiado.

Atrás habían quedado los tiempos de ilícitos, y ahora llevaba el pan a su casa con un salario de albañil.

Ese 12 de julio acordaron con Yancy que, luego de salir del trabajo, se encontrarían para hacer las compras de la casa. José pasaba siempre recogiendo a su madre por Catedral Metropolitana, donde tomaban el bus de la ruta 6, que los llevaba a casa.

Yancy llegó con su hijo de dos años en brazos, hicieron las compras y luego se encontraron con su suegra para ir juntos a la casa.

Pocos minutos faltaban para las 8 de la noche, cuando se bajaron del microbús y decidieron tomar un atajo. Es una vereda que toman los lugareños para evitar recorrer toda la colonia, los de la zona la conocen como Finca López y López y siempre ha servido de paso para los habitantes del lugar.

La familia Trejo Zúñiga entró a la finca sin imaginar que eso les cambiaría la vida. Tras de ellos, iba un par de personas más.

El ataque

A medio camino, cuatro sujetos salieron desde los matorrales y rodearon a la familia. José llevaba al niño en brazos, cuando se oyó la ráfaga de disparos. Con los primeros balazos José cayó al suelo con el niño. Logró levantarse y salió corriendo. Los sujetos salieron tras él, mientras el niño quedó tirado en el suelo.

“Corran, corran”, alcanzó a gritar José. Su madre fue la primera en escapar, pues debido a que se había quedado atrás, salió de la zona del tiroteo. Una de las personas que iba tras la familia fue la que pudo observar todo y contar cómo esa noche la familia fue víctima.

La lluvia de balas contra fue cuestión de segundos. Yancy, herida se arrastró hacia donde su hijo y notó que una bala le había caído en el ojo izquierdo al niño, quien sangraba profusamente.

José intentó huir, pero uno de los sujetos –a quien reconocieron como “El Picoro”- ordenó: “síganlo y dispárenle”. Así fue. A 20 metros de donde había quedado Yancy y Jason, quedó el cuerpo de José con más de siete balazos.

“A dónde está la vieja”, cuestionó “El Picoro” a Yancy para conocer el paradero de su suegra, pero ella ni siquiera supo si había logrado salvar. Los sujetos desistieron, habían cumplido su misión y huyeron.

Luego de unos 30 o 40 disparos, a los 15 minutos, llegó la Policía y buscaron atender a Yancy, quien tenía tres balazos: uno en la cadera, uno en la pierna y otro en el brazo. Fue llevada al Hospital Zacamil, donde estuvo ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos. A Jason, lo llevaron al Bloom, donde tuvieron que operarlo de emergencia para retirarle el proyectil de la zona del ojo.

Tanto madre e hijo sobrevivieron al ataque, al igual que la madre de José, quien logró salir ilesa. Sin embargo, 11 años han pasado y esta familia aún no ha encontrado justicia por estos hechos.

Sobre el caso

Los sujetos implicados en este caso fueron capturados el 5 de octubre de 2006 e identificados como Manuel Alcídez Henríquez Guzmán, “Picoro”, de 18 años; José Candelario Pérez Cruz, alias “El Tanga”, de 25 años, Josué Isaías García Alarcón alias “Zuricata” y Carlos Javier López López, alias “Zuri”, de 19 años.

El caso se judicializó y se ventiló en el Tribunal Quinto de Sentencia, donde los absolvieron. En aquel momento, en el juicio se escuchó al testigo presencial de la Fiscalía con clave "Estrella". Sin embargo, lo juzgadores no le dieron credibilidad.

La Fiscalía apeló la decisión y la Cámara de lo Penal decidió anular la sentencia y que se repitiera el juicio en 2009. La causa llegó al Tribunal Sexto de Sentencia, donde no se pudo iniciar la nueva audiencia debido a que todos los imputados fueron declarados rebeldes.

Sin embargo, en 2010 se logró llevar a cabo el juicio contra Henríquez Guzmán, quien fue absuelto, porque el testigo clave ya no se presentó. En 2014, se logró realizar el juicio contra López López, pero también fue absuelto, porque el testigo clave tampoco llegó.

Ahora, el tribunal está espera realizar el juicio contra Pérez Cruz, recapturado el 14 de septiembre de 2016.

Sin embargo, aún no se ha podido celebrar el juicio, debido a que, en las tres fechas en que se ha intentado realizar, no ha habido disposición del equipo para realizar la videoconferencia, pues el sujeto está preso en Chalatenango.

El próximo intento de realizar el juicio será el 29 de septiembre de 2017.