Una mujer, identificada como Reina Dominguita Castrillo de González, fue condenada a 13 años prisión por la desaparición de Blanca Estela Soriano de Hernández, quien fue vista por última vez en 2005 cuando intentaba cruzar la frontera hacia los Estados Unidos. Los familiares de la víctima aseguran haber pagado a la acusada $7,000 por ayudarles a enviar a su pariente a dicho país de manera ilegal.

Castrillo, de 54 años, quien dice ser una administradora de empresas de larga trayectoria, aseguró a las autoridades que las acusaciones en su contra son falsas pues debido a su profesión no tiene necesidad de llevar gente a los Estados Unidos de manera ilegal; asimismo niega conocer a las personas que la acusan.

Ante dichas acusaciones la mujer remarca que lleva más de 15 años siendo empleada de gobierno y que sus ingresos son por trabajar con instituciones como el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y proyectos de Ciudad Mujer.

Sin embargo, los ofendidos interpusieron la demanda al enterarse que Castrillo había sido capturada por tener a una niña de nacionalidad mexicana en su casa a la que intentaba vender en Europa, proceso por el cual aún espera sentencia.

De acuerdo al expediente judicial, en julio de 2005 Castrillo llegó a diferentes colonias de la cabecera departamental de La Unión a ofrecer sus servicios como guía para personas interesadas en viajar de manera ilegal a Estados Unidos.

En la colonia San Martín de dicha localidad se encontraba Blanca Estela Soriano, quien agobiada por su situación económica para poder mantener a sus tres hijos, echó mano de sus ahorros de toda la vida para negociar su viaje con Castrillo.

Según la acusación, las condiciones de pago establecidas por castrillo eran $3,500 antes del viaje y $3,500 restantes una vez concluido el viaje.

Fue así como el 7 de julio de 2005, y habiendo cumplido con el adelanto del pago, Blanca Estela Soriano de Hernández llegó acompañada por su padre a la terminal de buses Puertobus para partir a Guatemala con destino a Estados Unidos.

Ese día fue el último en el que Luis  Soriano vio con vida a su hija, quien esperaba estar en suelo norteamericano en 22 días para comenzar a buscar trabajo y poder mantener a sus hijos, quienes se quedaron con sus abuelos.

Tres semanas más tarde -el 27 de julio-  Castrillo se comunicó con la familia de Soriano para indicarles que tenían que abonar a una cuenta de ahorro a su nombre lo restante del dinero que se había pactado, lo que cumplieron al pie de la letra.

Sin embargo pasaron varios días y la familia Soriano continuaba sin tener noticias de su hija, por lo que llamaron de nuevo a Castrillo quien no supo darles referencia del paradero de la mujer, hasta que -según ellos- la "coyota" ya no volvió a contestar las llamadas.

Desde entonces la familia desconoce cuál es el paradero de de Blanca Estela Soriano. “Unos dicen que murió en el desierto de Arizona, caminando al intentar llegar a Estados Unidos. Y ella (Castrillo), una vez de tanto que la presionamos dijo que la había dejado en un hospital pero que no sabía de qué país ni de qué ciudad”, comentó el padre durante la audiencia.

Un cuñado de Soriano incluso viajó a Arizona para investigar sobre lo ocurrido, pero no encontró respuestas claras por parte de las autoridades estadounidenses a las que recurrió con desconfianza, ya que se encuentra ilegal en ese país.

"No tengo necesidad de llevar gente a Estados Unidos"

Castrillo dice no conocer a la familia que la acusa y remarca que su trabajo era en el sector público, incluso recuerda que cuando fue capturada se encontraba dando clases en la base naval de La Unión.

"Soy administradora de empresas, desde hace treinta años trabajo con el gobierno, no conozco a esta gente, cuando pasé frente a ellos ni me reconocieron", argumentó la imputada en su defensa.

La mujer incluso dice poder demostrar que padece de ansiedad, enfermedad –que alega- hace imposible dedicarse al tráfico de personas.

Además argumenta que por 44 años residió en la misma casa en el barrio El Centro de La Unión, lugar en el que asegura que todo mundo la conoce y saben que ha estudiado en Honduras y Costa Rica.

En septiembre de 2015 Castrillo fue capturada tras localizar en su casa a una niña de dos años, de nacionalidad mexicana, en evidente estado de desnutrición, y quien según las investigaciones iba a ser vendida en Europa.

Respecto a este caso Castrillo dice que existe una confusión y que la menor que encontraron en su vivienda no es la que se describe en la investigación, aunque de este proceso, por el cual es acusada de secuestro, se conocen pocos detalles y aún está pendiente que se desarrolle la audiencia en la que se decidirá si Castrillo enfrentará otro juicio.