El domingo 1 de octubre la familia Rivas Vaquerano llegó al rancho privado al que habitualmente asistían para distraerse de los problemas que tenían durante la semana.

No obstante Kathia, la mayor de los tres hijos de Óscar Rivas, tenía presente que su papá no quería que ella estuviera con su novio, 12 años mayor que ella, y a quien le había prohibido ver.

“El sábado hablé con Kathia y le dije lo orgulloso que estaba de ella porque había mejorado las notas y que le iba dar el celular, pero no se lo entregué ese día”, indicó el padre, quien aún no se imaginaba el engaño de su hija le había hecho.

Ese domingo la joven llegó al rancho y, sin que sus familiares supieran, tras de ella también llegó su pareja sentimental. Ambos lo habían planeado todo y él incluso había solicitado dos semanas de vacaciones en la alcaldía de Santa Tecla para la que trabaja.

Nerviosa la joven salió dos veces a ver si su amado se encontraba ya en la zona, en la que también se ubica un puesto de la Policía Nacional Civil (PNC). Tal como lo revelaron las cámaras de videovigilancia de los ranchos vecinos y que la policía verificó. 

La tercera vez que salió la menor logró ubicar a su novio, quien la alertó para que procediera con su plan de fuga.

Pasada la hora del almuerzo, la joven avisó a sus familiares que se iba a ir a cambiar de ropa para bañarse. Esa fue la última vez que sus familiares la vieron.

La situación actual que vive el país llevó a Óscar a imaginarse lo peor cuando esa tarde ya no volvió a ver a su hija. Y comenzó a desesperarse, pese a tener presente la relación prohibida con la que se había encaprichado su hija y podría haber sido una opción. 

Rivas se negaba a creer que su hija lo había engañado y que se había fugado con su novio. Por ello inició una campaña en redes sociales buscándola.

Pasadas las 24 horas, Israel Ticas, director de Medicina Legal en funciones y quien conoce a la familia, publicó en redes sociales la búsqueda de la joven que cursaba octavo grado en el colegio Adventista de Quezaltepeque. Eso alertó a El Salvador Times para seguirle le pista al caso.

Desde el 2 de octubre, Óscar comenzó a escuchar todo tipo de versiones sobre la desaparición de su hija. Esto acompañado de una intensa búsqueda por parte de las autoridades, quienes casa por casa la intentaron localizar en las zonas cercanas al lugar donde fue vista por última vez.

"Quiero que regrese, así se haya ido por su voluntad o se la hayan llevado, yo sigo esperándola. Lo que quiero es que regrese, no me importa como haya sido su desaparición", expresaba Óscar a 100 horas de la desaparición.

Tal como lo reveló este medio, las autoridades de manera paulatina comenzaban a tener como principal versión la fuga de la adolescente con su pareja sentimental, pero al no tener mayores indicios no podía ser confirmada. 

Luego de una semana de un silencio prolongado, el fiscal general de la República, Douglas Meléndez, confirmó en horas de la mañana de este jueves que la joven no fue raptada de manera violenta y se comprometió a solventar el caso en las próximas horas.

Fue este jueves en horas del medio día que dos patrullas a cargo de dos mujeres policías y un equipo fiscal dieron con el paradero de la menor, quien se encontraba junto a su supuesto captor en una colonia de Quezaltepeque.

Su padre quien sufrió por más de dos semanas el no ver a su hija no ocultó su felicidad por encontrarla y según lo dicho a este periódico no ha intentado platicar con Kathia sobre lo ocurrido. Esto por recomendación de las autoridades quienes le brindan un tratamiento psicológico a la joven.

TAMBIÉN DEBE LEER