La Fiscalía General de la Nación de Colombia confirmó que la audiencia de imputación de cargos en contra del sicario que intentó acabar con la vida de Miguel Uribe Turbay, un menor de 14 años, dio inicio este martes 10 de junio por la mañana.

De acuerdo con información suministrada por el ente investigativo, al tratarse de un menor de edad, ni siquiera sus miembros de prensa tendrán acceso a la diligencia.

El menor fue acusado por los delitos de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas.

La audiencia se adelantó en las instalaciones de la Clínica Universitaria Colombia, en Bogotá, lugar hasta donde fue trasladado el adolescente luego de ser capturado en flagrancia por uniformados de la Policía y miembros de la comunidad el pasado sábado 7 de junio. Momentos después, ese mismo día, fue intervenido debido a una herida de arma de fuego en su pierna, que recibió en medio de un intento de escape del lugar de los hechos.

El sicario no aceptó los cargos de los que fue acusado y la Fiscalía solicitó su detención en un centro especial para menores de edad. Al momento de su captura, el imputado aseguró que tenía intenciones de colaborar con la justicia y afirmaba a las autoridades: “Yo les digo quién fue. Yo les voy a dar los números, pero déjenme darles los números”.

El joven implicado en el atentado contra el senador Uribe Turbay habría realizado movimientos sospechosos en las horas previas al ataque, incluidas rondas de vigilancia durante cuatro horas, transferencias de dinero y acercamientos a una camioneta en el lugar de los hechos, según información revelada por el presidente de Colombia, Gustavo Petro.

Estos nuevos detalles han sido fundamentales para orientar las investigaciones sobre el caso que mantiene en estado crítico de salud al político colombiano. El presidente Petro explicó que el presunto sicario llegó al parque donde ocurrió el atentado en motocicleta, permaneció en la zona durante un periodo prolongado y sostuvo contacto con los ocupantes de una camioneta.

El mandatario, en conversación con Blu Radio, señaló además que el joven utilizó su teléfono móvil para solicitar una consignación por una suma menor a los 4,000 pesos colombianos (unos $0.85) a través de la aplicación Nequi, poco antes de que se produjera el ataque. Existe la hipótesis de que el agresor pudo haber entregado su celular antes de ejecutar el atentado, aunque esta versión aún no ha sido confirmada por las autoridades.

De igual manera, Petro detalló: “Sobre lo que pasó con el sicario ese día sabemos, por video, que estuvo durante cuatro horas rondando el parque, llegó en moto, habló con gente en una camioneta, efectivamente tenía un celular, en donde pidió a alguien que le consignaran por Nequi 3,500 pesos, es posible que pudo entregar su celular antes del atentado, pero es hipótesis”, comento al medio citado anteriormente.

Las autoridades investigan si el joven recibió instrucciones desde puntos de venta de drogas, conocidos como “ollas”, donde se presume que mantiene vínculos con organizaciones criminales que operan en Bogotá. Las pesquisas preliminares han identificado que el menor reside en un sector donde existen al menos dos de estos puntos de venta de estupefacientes.

En la zona actúan bandas como Los Rule, Los Destornilladores y Los Ganzúa, grupos reconocidos por su participación en actividades de tráfico de drogas y hurtos. Las autoridades han extendido las investigaciones a barrios como Unir y Garcés Navas, con el objetivo de determinar si existe una conexión directa entre el joven detenido y estas estructuras delictivas.