Al menos 39 migrantes murieron en la madrugada del miércoles después de que el bus en que se transportaban cayó a un barranco en Gualaca, provincia de Chiriquí, Panamá. El accidente ocurrió a las 4:30 de la madrugada del miércoles y dejó también 20 lesionados.

En el autobús viajaban 66 ocupantes, incluidos el chofer y el ayudante. Los migrantes, en tránsito, estaban en albergues de la provincia de Darién, frontera con Colombia, y eran trasladados a otro en Chiriquí, en los límites con Costa Rica.

Entre los lesionados hay 10 menores de edad, tres de ellos con lesiones graves, quienes fueron llevados al Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldia y las identidades de los muertos aún no han sido reveladas.

“Esta noticia es lamentable para Panamá y para la región. El Gobierno Nacional extiende sus condolencias a los familiares de los fallecidos en este accidente y reitera su compromiso con seguir brindando ayuda humanitaria y condiciones dignas para enfrentar la migración irregular”, expresó el presidente Laurentino Cortizo.

Algunas de las víctimas son de nacionalidad cubana, aseguró el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez.

Se presume que el conductor del bus, por error, no se detuvo en el albergue cerca de Gualaca donde debían descansar los viajeros antes de continuar hacia la frontera costarricense. Al percatarse de esa situación y dar la vuelta para dirigirse a ese lugar, el bus chocó con un minibús y luego cayó al precipicio.