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Niño de cinco años muere en los brazos de Santa Claus tras concederle su último deseo

[VIDEO] Eric Schmitt-Matzen recordó que las últimas palabras del menor fueron: "Santa, ¿puedes ayudarme?".

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Fotografía de referencia
Niño de cinco años muere en los brazos de Santa Claus tras concederle su último deseo

Eric Schmitt-Matzen, de 60 años se disfraza de Santa Claus desde hace años para entretener y hacer reír a niños en Estados Unidos. Sin embargo, recibió una llamada del Hospital de Knoxville que le cambió la vida.

Schmitt-Matzen, ingeniero mecánico de profesión y exmilitar, posee una barba blanca natural y pesa 286 libras, lo cual le han convertido en el Santa más popular en el área de Knoxville, en el estado de Tennessee.

Una enfermera que lo conocía le pidió acudir de inmediato al hospital debido a que un niño de cinco años que padecía una enfermedad terminal quería conocer a Santa Claus como su último deseo antes de morir.

En 15 minutos Schmitt-Matzen llegó al centro de salud y pidió a quienes estaban en la habitación del menor que si estaban a punto de llorar que salieran.

El hombre se sentó junto al niño en la cama y sostuvo con él una breve conversación, que luego reveló entre lágrimas a los medios de comunicación.

-¿Cómo es que este año no estarás para Navidad?

- Él me miró y me dijo : "me dijeron que me estoy muriendo"

-Le dije: "¿Puedes hacerme un gran favor?"

-Él dijo: "¡Seguro!"

-"Cuando llegues allí (al cielo), diles que eres el elfo número uno de Santa, y sé que te dejarán entrar".

-Él dijo: "¿Lo soy?". 

-Yo dije: "¡Seguro que lo eres!". "Estoy seguro que te dejarán entrar".

-Y el dijo: ¿Voy a entrar?

-Le dije: "Lo sé. Es fácil, sólo dame un gran abrazo", luego me dijo "Santa, ¿puedes ayudarme?".

-"Lo envolví con mis brazos. Él murió allí mismo. No sabía que había fallecido, y ahí me di cuenta, cuando miré por la ventana y la madre comenzó a gritar ¡No! ¡No, aún no!, entonces entraron corriendo y les entregué a su hijo y me fui corriendo literalmente, recordó.

El ingeniero confesó que la experiencia le provocó una profunda depresión, y pensó seriamente en dejar de interpretar a Santa Claus. Sin embargo, semanas después dijo que se recuperó cuando vio reír a los niños, lo que lo llevó a darse cuenta cuál debe ser su papel.

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