Una pareja de novios que planeaba su futuro en Zacatecoluca tuvo que dejar todo lo que tenía por las amenazas de un marero que se había enamorado de la mujer y que para quedarse con ella intentó matar al hombre. Ahora ambos viven una mejor vida en Nicaragua.

El 16 de mayo del presente año dos miembros de mara interceptaron a Manuel (nombre cambiado por protección de identidad), quien recibió tres disparos por el simple hecho de ser el novio de María Fernanda (identidad cambiada por protección). El ataque lo envió 36 días a un hospital y tras negarse a finalizar su relación con su novia optó por abandonar el país.

Instalado en Managua, Manuel conversó con el periódico Nuevo Diario de aquel país y en la entrevista con ese medio recordó que uno de sus atacantes le gritó: “si María Fernanda no es mía, pues no será para vos”, antes de dispararle y dejarlo al borde de la muerte.

Una amiga de la pareja fue quien les abrió las puertas de su casa en la capital nicaragüense donde viven desde junio de 2016. "Dejamos todo: familia, casa, amigos y trabajo, pero las maras no nos han quitado los sueños ni las ganas de vivir”, recuerda la joven de 24 años.

El trabajo de ella en un call center y de él en un restaurante les ha servido para rentar un apartamento en Managua, pero sus planes a mediano plazo son ahorrar el dinero suficiente para trasladarse a Los Ángeles, en Estados Unidos, donde viven familares de ambos.

La pareja también tienen que incurrir en el gasto de salir cada tres meses de Nicaragua, debido a que el permiso que se les concede caduca a los tres meses, por lo que planean visitar Costa Rica durante un fin de semana para renovar su permiso en Nicaragua.

Pero en Nicaragua no solo hay salvadoreños que huyen de la violencia. Un buen número de ciudadanos hondureños también han llegado a la capital nicaragüense a solicitar asilo debido a la situación de violencia que se tiene en ese país. El caso de guatemaltecos, son pocos los que llegan o solicitan permanencia legal.