Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín "el Chapo" Guzmán, fue capturado por las autoridades mexicanas este jueves 5 de enero y ello desató la violencia con bloqueos y vehículos incendiados en las calles de la ciudad de Culiacán, en el estado de Sinaloa.

Después de la detención de Guzmán López, el caos se apoderó en la ciudad con balaceras entre militares, policías y narcotraficantes, y ante esa situación, las autoridades recomendaron a los ciudadanos no salir de sus casas. Además, ordenaron el cierre total de la ciudad, tanto terrestre como aéreo.

Un total de siete policías estatales y un número no determinado de militares han resultado heridos durante los bloqueos y enfrentamientos desatados a raíz de la captura de Guzmán López.

Asimismo, circulan videos en los que narcotraficantes robaron ambulancias de hospitales y de la Cruz Roja Internacional para, supuestamente, dar atención a otros narcotraficantes heridos.

El hijo del "Chapo" Guzmán ya había sido capturado en el año 2019, pero fue puesto en libertad por el mismo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, para evitar más escenarios de violencia, según confesó el mismo presidente mexicano. Ese incidente fue conocido como "El Culiacanazo".

Por otra parte, pasajeros de un vuelo comercial en el Aeropuerto Internacional de Mazatlán vivieron momentos de pánico, ya que la aeronave recibió un balazo en la parte trasera. Ante los hechos violentos registrados, este aeropuerto fue cerrado.

En el 2021, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ofreció una recompensa de hasta $5 millones por información relevante que condujera a la captura de cuatro de los hijos del "Chapo": Ovidio, Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Joaquín.

La captura de Ovidio Guzmán López ocurrió tres días antes de la llegada a México del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien previamente visitará la frontera en El Paso, Texas.