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Judiciales - Crimen ocurrido en 2017

140 años de cárcel para pandilleros que acribillaron a un policía, a su esposa embarazada, su hija de 4 años y un sobrino en Santa Ana

La pena que debe pagar cada uno de los culpables es de 30 años por cada una de las muertes de la esposa, hija y sobrino, ascendiendo a los 90 años para cada uno de los imputados más 50 años por el crimen del agente policial, sumando un total de 140 años de prisión en su totalidad.

140 años de cárcel para pandilleros que acribillaron a un policía, a su esposa embarazada, su hija de 4 años y un sobrino en Santa Ana

El Juzgado Especializado de Sentencia de Santa Ana impuso 140 años de cárcel a cinco pandilleros acusados de la muerte de un policía, su esposa embarazada y su hija de seis años y un sobrino. 

Los condenados son Maynor Alexander Anaya Cienfuegos, Nelson Alexander Luna Chinchilla, Jimmy Alexander Reyes Ortiz, Álvaro Esaú Morán Martínez y Luis Alfredo Escobar Polanco.

Los pandilleros fueron encontrados culpables de la muerte del agente de la PNC  Walter Antonio Guardado, así como de su esposa  Maritza Ivón Varela de Guardado y su hija Adriana Guardado, de  4 años de edad. El sobrino fue identificado como  David Esaú Joya Ruiz.

Las pruebas ofrecidas por la Fiscalía durante el juicio  en contra de los cinco inculpados fueron determinantes para que dicho tribunal los declara culpables por el asesinato ocurrido la noche del 3 de noviembre de 2017 en  el cantón El Cerro de Coatepeque, departamento de Santa Ana.

La pena que debe pagar cada uno de los culpables es de 30 años por cada una de las muertes de la esposa, hija y sobrino, ascendiendo a los 90 años para cada uno de los imputados más 50 años por el crimen del agente policial, sumando un total de 140 años de prisión en su totalidad.

Según los hechos, la familia del policía fue privada de libertad la noche del martes por sujetos con apariencia de pandilleros, quienes los llevaron a una zona boscosa para ejecutarlos. Presentaban lesiones con pistola 9 milímetros. A todos sus familiares los habrían matado frente a sus ojos. 

Las investigaciones revelan que Guardado Alfaro había tenido varias discusiones con los pandilleros de a zona, quienes le habían exigido que pagara renta por un negocio de su propiedad.

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