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Judiciales - En libertad

Absuelven por segunda vez a hombre que FGR culpaba por un delito que no cometió por residir en Estados Unidos

El imputado se dedicaba a realizar trabajos de construcción en Estados Unidos -hasta que fue deportado- en el periodo en que ocurrieron los hechos por el que se le culpó por segunda ocasión: extorsión.

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Absuelven por segunda vez a hombre que FGR culpaba por un delito que no cometió por residir en Estados Unidos

El Juzgado Especializado de Sentencia “C” emitió, la tarde de este jueves, un fallo absolutorio a favor de César Anaya, un hombre de 32 años, que fue culpado por segunda ocasión por la Fiscalía General de la República (FGR) del delito de extorsión cometido en contra de un comerciante.

“El juez determinó que la Fiscalía no pudo probar la participación delincuencial del imputado, debido a que los testigos que llegaron a rendir las declaraciones no lo mencionaron (al describirlo)”, comentó René Ramos, el abogado defensor de Anaya.

El imputado se dedicaba a realizar trabajos de construcción en Estados Unidos -hasta que fue deportado- en el periodo en que ocurrieron los hechos por el que se le culpó por segunda ocasión, luego de que la FGR apelara ante la Cámara Especializada de lo Penal para reabrir el caso de extorsión agravada.

Por ello, el 17 de julio de 2015 la Cámara ordenó anular el fallo emitido por el Juzgado Especializado de Sentencia “C”, hecho el 7 de noviembre de 2014, que dictaminó la absolución definitiva a favor de Anaya.

El sujeto fue acusado por el Ministerio Público por supuestamente exigir $8 a un comerciante cada vez que ingresaba a vender sus productos en la colonia Cumbres de San Bartolo, en Tonacatepeque, en el año 2011.

Para detener al supuesto implicado, agentes de la Unidad de Investigaciones la Policía Nacional Civil (PNC) de la sección de Apopa realizaron un procedimiento de entregas controladas de dinero. El último operativo –aseguraron- fue ejecutado el 1 de septiembre de 2011, fecha en la que supuestamente el imputado fue capturado, según los documentos que lo acusan.

Sin embargo, Anaya no se encontraba en el país en la fecha en que se indica que fue detenido de acuerdo a un documento que refleja que fue deportado de Estados Unidos el 28 de mayo de 2014.

La llegada a tierras salvadoreñas del originario de Sonsonate consta en el expediente judicial, en donde en el folio 451 de la pieza tres se plasma que la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) procedió a su detención, el 28 de mayo de 2014, en el aeropuerto Monseñor Romero, a eso de la 1:05 de la tarde. En ese momento el hombre contaba con 27 años de edad.

Inconsistencia en argumentos policiales

En la audiencia, el imputado fue asesorado por el abogado Ramos, quien solicitó al juez tomar en cuenta una prueba contundente: la certificación policial del libro de registros de entradas y salidas de la Unidad de Investigaciones.

Ese documento fue clave para obtener de nuevo su libertad, debido a que hay indicios de que el registro fue alterado al utilizar corrector de tinta sobre lo ya escrito, como se muestra en las dos certificaciones (una solicitada por la FGR y otra por el juzgado) de los folios 530 a 534 y 538 a 540, agregadas en la pieza tres del expediente.

El libro de entradas y salidas detalla que: “A las 3:45 p.m. salen los agentes Montoya Quijada Figueroa y agente Opico Bernal a cubrir dispositivo en Cumbres de San Bartolo. 17:45 horas”.

Este último agente fue el testigo presentado por la FGR en la nueva audiencia. En su declaración, Opico Bernal indicó que hizo junto a sus compañeros la entrega controlada, pero como cuestionó la defensa, no utilizaron cámaras fotográficas ni de video, por ende no hay registros del operativo.

Por otro lado, el testigo describió al imputado de tez morena y Anaya es de piel blanca. Además, omitió los tatuajes que notoriamente posee.

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