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Judiciales - Segunda entrega

Abogado acusado de agredir sexualmente a dos hijos: Lo mismo que mi exesposa le hizo a su anterior marido me lo quiere hacer a mí

Tras la acusación que hizo una mujer en contra de su expareja y padre de sus dos hijos menores, el hombre se defiende y cuenta su versión de los hechos. 

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Imagen de carácter ilustrativo.
Abogado acusado de agredir sexualmente a dos hijos: Lo mismo que mi exesposa le hizo a su anterior marido me lo quiere hacer a mí

Después de que El Salvador Times publicara una información sobre un caso de supuesta agresión sexual en el que se señala como principal implicado a un abogado que aspiró a ser fiscal general de la República en 2012 y cuyas supuestas víctimas son sus dos hijos, uno de tres y otro de cinco años, el señalado decidió brindar su versión de los hechos.

El profesional defiende su inocencia y asegura que el caso que se ventila responde a meras situaciones familiares con su expareja.

A continuación, publicamos en primera persona y textual la postura de Carlos M., la persona imputada en este caso, para apegarnos de mejor manera a sus argumentos:

“La gente que termina conociéndome sabe que no soy el monstruo que dice la señora (Camila, la madre de sus hijos, a quien en este artículo se le ha cambiado el nombre por protección).

“Ella ha tratado de presentarme como un encantador de serpientes siempre. Vengo de una familia sencilla y me ha costado la vida. Por cosas del destino comencé a estudiar teología. Me gradué, saqué un postgrado y me pidieron fundar una congregación en Santa Ana. Desde finales de 1999 hasta 2003 estuve allá; después decidí venirme a San Salvador.

“Siempre estuve en contra que dentro de las congregaciones hubiera mucho abuso espiritual y manipulación de las personas. Entonces comencé en 2005 a dar consejería en contra de la manipulación espiritual. Esa fue la temática que estuve ofreciendo por varios años y por la cual una señora que se reunía conmigo me dijo que tenía una amiga que estaba en grupos de oración, que tenía dos niños y que necesitaba ayuda.

“Una de las ayudas que necesitaba era que el exesposo era satanista y había entregado al hijo mayor a Satanás y el niño estaba poseído. Ella comenzó a hacer su campaña en contra de él y de su familia. Eso no solo me lo dijo a mí, por eso lo menciono libremente.

—Se la voy a presentar y quiero que le ayude —me dijo mi amiga.

“Yo ya tenía 39 años y nunca me había casado. Así fue como yo la conocí en febrero de 2007 y realmente me enamoré, no le puedo decir otra cosa. Fue un enamoramiento progresivo.

“Me gustó un montón, y aunque yo tenía el detalle de que era una usuaria de mi consejería; pero ella comenzó a decir que yo le gustaba hasta que mi amiga me dijo ‘Usted le gusta a ella, debería invitarla a salir. Esa mujer, si usted le dice que sea su novia, ella le dice que sí de inmediato’”, me dijo mi amiga.

“Así fue que a mediados de ese mismo año vine y le hablé, después comenzamos a salir y le dije cuáles eran mis planes. ‘Yo no estoy en una edad ni en una posición de andar jugando. Además tienes tus hijos’”, le dije.

“Dentro de las cosas que me había dicho, y esto es bien determinante, y hay varias personas que se lo pueden corroborar porque ella se lo decía en testimonios en la iglesia, es que uno de sus hijos había sido producto de una violación que había cometido su exesposo.

“(Camila) pintaba a su exesposo como alguien que había estafado a unas multinacionales, que andaba en tráfico de drogas y que años atrás a ella la había secuestrado en Honduras, en contubernio con un tío de ella. Y que él había defraudado a unas multinacionales acá (en El Salvador) y que tenía orden de captura. Que en 2006 él había mandado a hacer un asalto en la casa de la mamá donde la tuvieron capturada.

“Así la conocí yo, con todo eso. Y a mí la historia me resultaba creíble, tanto que él había huido. 

“Cuando la conocí, ella ya había iniciado un proceso de pérdida de suspensión de autoridad paternal. Yo ya tenía años de no trabajar en mi medio, desde el 1998. Fui juez de Paz durante un montonazo de años.

“Para ayudarla me contactaron a una abogada que, según me dijeron, era la mejor de casos de familia y se la presenté a ella para que retomara el caso en contra del exesposo por la suspensión de autoridad parental y lo cambiaron a pérdida de autoridad parental.

“Como ella había tenía unos procesos de violencia contra el exesposo yo acompañé a la abogada. Y ella (Camila) comenzó a llorar cuando se dio cuenta que el exesposo había estado en El Salvador cuando había sucedido el tal asalto.

“Comencé a investigarlo a él (al exesposo) y encontré que era guatemalteco, pero que tenía las nacionalidades sueca y española.

“Fue el primer shock. Entonces solicitamos también el tema de antecedentes penales y judiciales, y resultó que el exesposo no tenía ni uno. A mí eso me impactó. ¿Cómo va a ser que éste tenía orden de captura y no tiene antecedentes policiales? Debería de tener una orden o algo, pero no tiene nada. Eso lo cargué en la mente, nada más”.

La decisión de unirse en matrimonio

“El matrimonio fue tortuoso. Ella (Camila) como novia era la mejor mujer del mundo. Uno de mis “peros” era que ella tenía hijos y además que decía que tenía un fibroma y otras cosas más que no le permitirían tener más hijos, y yo quería tener los propios. 

“Me comencé a relacionar con los niños de ella, uno de siete y otro de 9 años en aquel momento. En su colegio, el encargado de ellos y el padre enlace era yo, a pesar de que en ese momento no era su papá legal.

“Adopté a los niños y lo hice con todo el gusto del mundo. Se ganó el caso de la pérdida de autoridad parental y se inició el proceso de adopción de los hijos de ella (Camila).

“Ellos odiaban tanto a su papá por lo que su mamá les había dicho, tanto que le pidieron a la jueza que les quitara el segundo nombre del padre (ambos lo llevaban). Se identificaron totalmente conmigo y se quejaban del temperamento de su mamá, siempre fue así.

“Tuvimos varias separaciones. Nunca anduve interesado en andar de loco. Jamás he tenido un vicio, jamás me he puesto un cigarrillo en la boca.. y  no es por religión, sino por salud; nunca me he emborrachado.

Las separaciones de la pareja

“Nos habíamos casado en junio de 2007. Ella quedó embarazada (del primer hijo de ambos) y al tiempo nos separamos. Fueron tres separaciones: la primera en 2009 y duró como dos meses, porque mi situación económica era grave: lo que yo ganaba lo entregaba todo al hogar, pero el nivel de vida de ellos no lo puedo llevar.

“La segunda separación fue en 2010, cuando me echó de una manera muy grotesca. Entonces yo me fui a un pupilaje y después a alquilar una casa. 

“Comencé a ahorrar para una casa que yo pudiera pagar y así arrendé una en Las Mercedes, Lourdes. Ahí fue cuando comencé a armar todo con detalles y el compartir con ellos. Un fin de semana con los grandes y otro con los pequeños. Estando ahí yo estaba claro que nada pasaría con ella; no obstante, yo quería saber si era yo el del problema, busqué ayuda psicológica y psiquiátrica para que me diagnosticaran, porque tengo la capacidad de autocrítica. Luego, ella comenzó a buscarme y regresamos”.

Las primeras denuncias de violencia intrafamiliar

“En 2013, ella (Camila) me denunció por violencia intrafamiliar y en enero del siguiente año me volvió a denunciar en el Juzgado 4° de Familia y siempre por el mismo delito.

“Fueron dos denuncias. La base de ello era que yo la acosaba cibernéticamente, pero en ninguna denuncia pudo comprobar nada. En la primera comenzaron a hacer los estudios psicosociales y salió totalmente atropellada, como una persona histérica, inconforme con la vida, con ideas mágico-religiosas.

“Me acusó de que yo era homosexual, un degenerado, que necesito un montón de mujeres para poder tener un orgasmo, que solamente cinco veces habíamos tenido relaciones sexuales. Dijo que yo era adicto a la pornografía, que sufría de disfunción eréctil, que soy pedófilo, homosexual, multisexual… un degenerado.

“Ella comenzó dizque a ayudar a personas en el Hospital San Rafael y ahí es donde le hacen las evaluaciones al niño y donde siempre se redacta “Refiere la madre”. 

“En 2012, cuando se fue a poner la denuncia para las visitas controladas, ella me mandaba a los niños, a veces enfermos, y como yo no tenía una casa fija me llevaba a los niños a donde mi hermana y ahí pasaban. Mis hijos eran extremadamente pegados conmigo cuando salíamos”.

La acusación por el delito de acoso sexual

“Ella se metió a un curso en temas de abuso sexual y ¿qué tiene que andar haciendo una ama de casa en un curso de abuso sexual? Se llamaba “Diplomado especializado de psicología, diagnóstico, abordaje terapéutico de sobrevivientes de abuso sexual”, en la Universidad Francisco Gavidia. Eso fue cuando estuvimos separados.

“Antes de que yo viera a mis hijos la última vez en el CONNA tuve una salida con el niño, de cinco años en ese momento, y me dijo: ‘Sabes, papá, yo sé que tú no te fuiste del apartamento porque tú quisieras. Tú te fuiste porque mi mamá es una enojona, pero yo te prometo que cuando yo sea grande voy a ser un gran abogado como tú y voy a ser un gran maestro como tú lo eres. Yo voy a mantener a mi familia unida’”.

“Un niño de cinco años no debe de estar pensando en estas cosas. Esa mujer le ha arruinado la vida a todos sus hijos.

“En la Fiscalía he dado mi cara, porque no tengo nada qué oculta. Ha sido denigrante todo esto. Le he ofrecido a la Fiscalía que revisen mi casa, mi oficina. Es más, pedí que me evaluaran en Medicina Legal para determinar si era pedófilo o tengo cualquier tipo de parafilia, que me hicieran el diagnóstico psicológico y psiquiátrico. Lo único que pedí es que me dejaran acompañarme de un consultor técnico para que no fueran a manipular mis cosas.

“El caso lo interpuso ella en Zaragoza, ahí fue visto por dos fiscales de ese sitio, dos fiscales de Santa Tecla, por la jefa de la Unidad, por Medicina Legal y todos dijeron que no existen indicios. Ha pasado lo mismo que ella hizo con su exesposo. No hay algo que indique que yo haya cometido algún delito, que haya agredido a mis hijos”.

El caso que inició en Zaragoza y pasó a Santa Tecla

“En octubre de 2014, el expediente aún estaba en Zaragoza, porque tengo una casa ahí, pero cuando llego me dijeron: ‘Su caso ya no está acá. Hemos recibido instrucciones de la Fiscalía General de que su caso sea transferido hacia Santa Tecla’”.

“Luego me llama una persona allegada a ella (a Camila) y que sabe lo que hace ella y me dice: ‘Carlitos, tenga cuidado porque ‘Fulanita’ ha ido con el tío de ella, que se llama Rolando Torres, que es el exembajador de El Salvador en Guatemala, a hablar con el fiscal general (Luis Martínez) para que lo frieguen en ese caso’.

“Me voy para Santa Tecla y les pregunté que qué pasaba, quería entender por qué cambiaron de jurisdicción si era en Zaragoza y hoy lo tenían en Santa Tecla. ‘Usted ha manipulado todo ese proceso’, me dijeron y les respondí que quería entender cómo —según ellos— yo lo había manipulado; me respondieron que yo había hecho varias diligencias por mi lado.

“Tan grave era la mentalidad que tenía en mi contra, que a pesar de que yo había pedido la inspección, todas las diligencias que habían hecho en Zaragoza las repitieron en Santa Tecla.

“Yo pedí que hicieran la inspección en mi casa y pese a eso me llegó una notificación de que iban con registro con prevención de allanamiento. Como litigante, lo que sé es que me querían capturar y por eso a finales de diciembre me escondí unos días hasta que las cosas se pusieran claras, después vi que las cosas no pasaron a más, pero ese nivel de acusación es difícil, más si es por una cosa que uno no ha hecho.

“Una de las fiscales me dijo: ‘La Fiscalía no se va a doblegar ante usted’, y yo le respondí que no se doblegaban ante mí, sino ante la petición que hizo ‘Fulana’ (la madre de sus hijos) y al exembajador en Guatemala con el (entonces) fiscal Luis Martínez. Se quedó callada.

“Se hizo una cámara Gesell supervisada por Medicina Legal y cerraron el expediente; no querían hacerlo por órdenes de Luis Martínez. Por eso empecé a recopilar, pedí las certificaciones de esos archivos para ver cómo restauraba la relación de los archivos, porque yo nunca he tenido restricciones con los niños, solo fue cuando ocurrió lo del CONNA, que ella se opuso con las visitas y el juez de Paz dijo que fueran visitas supervisadas. De esas no tuve ninguna; ella jugaba con mis sentimientos, me hacía ir a la casa de mi mamá con mi hermana y nunca nos recibían, nos dejaban afuera, en el portón.

“Traté de reactivar ese supuesto acuerdo que se había logrado en el Juzgado Décimo Primero de Paz de San Salvador desde la primera denuncia, que después se acumularon porque la Corte decidió acumular los dos casos en mi contra y vienen ellos y me dicen que iban a ampliar la denuncia en un nuevo hecho bajo la denuncia de que yo supuestamente había agredido sexualmente a mis hijos y que esto los había afectado psicológicamente a ellos”.

Las visitas a sus hijos

“No hay ningún motivo para que me restrinjan las visitas, pero quienes estaban involucrados en las diligencias de ella, en esas audiencias de reapertura de los casos de violencias intrafamiliar solo para el tema de cómo iba a definirse con lo de las visitas: ISDEMU, Procuraduría de los Derechos Humanos y después se involucró otra abogada.

“Entonces quisieron volver a sacar cosas personalizadas, como lo del Hospital San Rafael, en donde todo dice “Refiere la madre” y sucede que no encuentran nada. No aplicaba nada y han andado buscando la manera de quererme quitar a los niños. Lo que le hizo al exesposo me lo quiere hacer a mí, pero la diferencia es que él se fue huyendo de ellos y no de las capturas, porque nunca las tuvo (órdenes de captura)”.

“Ella hablaba muchas cosas de su exesposo: que era un defraudador, que tenía vicios con drogas, todo eso ahí está en los expedientes judiciales.

“Tengo entendido que hubo un divorcio aquí, en un juzgado, pero ella sigue casada con el exesposo en Guatemala, tengo la certificación de todo eso. Mandé a traer las apostilladas y todas las certificaciones. Me di cuenta de que seguía casada porque ella —que se había hecho pasar como soltera—, cuando vivíamos en una de sus casas, encontré un recibo de cobro de la alcaldía de Antiguo Cuscatlán, en donde decía su nombre con el apellido de casada… pero la partida de nacimiento de ella, cuando nos casamos, decía “soltera”, no tenía ninguna marginación de nada y en todo caso tenía que haber estado el de divorcio.

“Eso es ella, alguien que no tiene temor de mentirles a las autoridades ni de mentirle a quien sea. Yo he sido abogado de ellos y tengo una copia real (de su pasaporte) y no he querido más problemas. Yo podría denunciarla bajo seis delitos, pero eso es dañar más a mis hijos, esos niños van a crecer y van a darse cuenta de la realidad de todo y van a estar molestos con su mamá.“¿Qué tal si me pongo berrinchudo y la denuncio por fraude procesal, falso testimonio, matrimonios ilegales y otras cosas más como calumnia, difamación? Pero prefiero que mis hijos digan que soy un caballero y que no lo hice. El papá de ella me amenazó a muerte por teléfono y mis colaboradores escucharon todo porque lo puse en altavoz, pero no lo voy a denunciar porque es dañar más a mis hijos, que se queden sin sus abuelos, sin su mamá y que no me puedan ver a mí”.

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La denuncia en el CONNA

El abogado decidió interponer el 7 de febrero de 2014 una denuncia en el Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (CONNA) contra la madre de los niños por causar violencia psicológica contra de ellos. La institución concluyó que podría haber un indicio de las aparentes agresiones en contra los infantes.  

“La famosa denuncia del CONNA… a mí no me han condenado. Entonces me hubieran hecho la suspensión, me hubieran hecho la inspección y me hubieran certificado. Lo que dice el expediente es como potencial. Hasta que se dilucidara eso por las autoridades competentes, que es muy diferente. Ellos dicen que hay un indicio.

“Presenté un documento que está en Auditoría Fiscal, porque yo estoy pidiendo la custodia y cuido de mis hijos, porque a diferencia de ella yo sí dejaría que ella los viera sin problemas. Tengo cinco años de no verlos, desde febrero de 2014, la última vez que los vi fue en el CONNA.

“Legalmente lo que dice el CONNA, y hay que darle interpretación a las cosas, es que hay un indicio de que un hecho pudo pasar, pero llegaron los documentos del hospital San Rafael y en todas esas entrevistas quien habla es ella (la madre de sus hijos), no los niños. En la audiencia del CONNA el niño no dice nada y lo único que dice la niña fue: “Mi papá me puso la misma pomada que me pone mi mamá”.

“El CONNA lo que ordena es que se investigue y la primera persona que solicitó eso en una audiencia fui yo. Algo demasiado importante y que está documentado es que perdieron un examen del niño, no querían dejar entrar a la abogada, ellos (el CONNA) querían dirigir la entrevista.

“Hay varias entrevistas que le hacen al niño, con fecha del 6 de junio de 2014, en donde consta que el niño refiere que una mentira es cuando uno dice algo que no es. Además, refiere que su padre es divertido y feliz, que nunca ha visto a su padre desnudo. El niño reafirmó que no es cierto que su padre sea tonto o malo. Eso es la resolución que utilizaron los fiscales del caso para llegar a la conclusión de que los niños han sido manipulados por la madre.

No es una persona con poder 

“Yo no soy ninguna figura destacada de este país como para tener la capacidad de influenciar, como para lograr que todas las instituciones estén a mi favor.

“Ella (la madre demandante) ha sido una persona acostumbrada a comprar voluntades y a manipular a las personas, lo hizo en contra de su exesposo y lo intentó hacer conmigo, solo que la diferencia es que yo voy a dar la vida por mis hijos si es necesario. No tengo nada que ocultar, ni nada por qué avergonzarme.

“Si las autoridades creyeran que realmente es cierto todo lo que se dice de mí, yo ya tendría restricciones de familia, legales. Este país está lleno de denuncias y hay una cultura que favorece a la mujer en el aspecto legal”.

La conversión de lo público a lo privado 

“Ellos hacen una conversión de la acción, que es un acceso que el Código Procesal Penal le da a las víctimas por ciertas circunstancias. Uno: cuando se trata de delitos de contenido patrimonial o de consecuencia patrimoniales, todo tipo de defraudaciones o falsedades que puedan afectar a alguien; otro requisito para esto es que la investigación fiscal haya sido deficiente y eso fue un error craso por desconocimiento de la jefa de la unidad de la Fiscalía, porque esto no es ninguna de las dos pautas como para que pase al (ámbito) privado. No está sujeto y el Código tiene una lista de cuáles son los delitos que acepta la conversión penal. No ha existido una investigación deficiente, han investigado tres fiscales, Medicina Legal, en cámara Gesell, repitieron todas las diligencias posibles, lo cual es indignante porque es desgastante para mí, revictimizaron a mis hijos y lo siguen haciendo.

“Solicitaron la famosa conversión de la acción y se les acepta porque la fiscal no entiende que no es para ese tipo de delitos y eso es un tema de criterio legal. Presentaron la acusación al Tribunal de Sentencia de Santa Tecla y los mandan a otro lado porque el caso no se encuentra en el proceso de la conversión de la acción privada. No es un proceso de interés público, por eso lo declararon como inadmisible. Los rebotaron.

“Ante esto, ellos retiran el escrito. El caso de familia lo tienen perdido y ningún juez, por muy comprado que esté, le puede rescatar el caso, porque no tiene ninguna prueba y yo sí tengo todo. Los expedientes han sido tan voluminosos, con el conocimiento que tengo, porque conozco de la materia penal, que si hubiera cometido el delito lo primero que hubiera hecho es huir.

“El Tribunal (6° de Sentencia) ha visto que los procesos están suspendidos de buena fe y está en el de San Salvador, porque han manipulado la información. Ellos ni han puesto nunca la dirección de mi casa (en La Libertad) y solo ponen la dirección de mi hermana o la de mi oficina (ambas son de San Salvador). Hay cosas que no se han hecho conforme a derecho y sí tengo las pruebas. No hablo de la jueza ni nada más que no está todo conforme a derecho, yo sé que ellos no saben qué hacer con ese proceso, el Tribunal tiene los pies hinchados con ese caso. Metí unos recursos de carácter personal, porque a mi abogado se los estaban rebotando. La Fiscalía ha tenido acceso a todos los procesos.

Un proceso nulo 

“El proceso es nulo totalmente y es ilegal, porque no cumple los parámetros de una conversión penal. No es un delito que esté regulado en el Código Procesal Penal para que sea sujeto de conversión ni tampoco un delito de interés público, tampoco cuenta con un requisito formal ni jurisprudencial de que haya existido una investigación suficiente en la Fiscalía.

“Ese proceso es solo un intento desesperado de esta señora (su exesposa), y de sus abogados bajeros y antiéticos, de querer revertir un proceso de familia que ya tienen perdido.

“Han sido cinco años sufriendo cualquier clase de atropello. Yo creo que hablando se entiende la gente, pero desgraciadamente ellos están acostumbrados a mandar, creen que esta es una hacienda de ellos en la que están.

“A ella se le va a acabar el cuento, habla cualquier clase de cosas y se supone que es prohibitiva, porque dañan la imagen de los niños. 

“Han tratado de denigrarme, porque no les ha pegado nada (con el caso de familia). Buscan ver cómo me fastidian la vida con la misma historia. No tengo nada que ocultar.

“El proceso no solo es nulo, sino mal intencionado, todo con el fin de rescatar el proceso de familia. Es un proceso ilegal. Ella ya había hecho eso con su primer esposo, de denunciarlo y así logró quitarle a sus dos hijos.

“Si yo fuera realmente un pedófilo, entonces ¿por qué no toqué a los otros niños?, ¿por qué no hice eso con los que no eran míos?

“Lo que sí es repetitivo con los dos matrimonios es que ha denunciado a los dos esposos y ha quitado a los hijos en uno y está tratando de hacer lo mismo conmigo”.

Con estas palabras, el abogado acusado por su exesposa espera que los lectores se formen su propia opinión sobre el caso.

En El Salvador Times nos mantenemos en la misma postura de informar sobre un tema de interés público sin tomar partido; serán las autoridades judiciales las que decidan sobre el tema.

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