Tres agentes de la Policía fueron sentenciados a trabajos de utilidad pública por haber bajado de un bus con destino a Guatemala a un hombre, raptarlo y pedir $25,000 de rescate a familiares.

El crimen tuvo lugar el 16 de enero de 2019.

De acuerdo con las investigaciones del caso, cuatro policías interceptaron un bus que tenía por destino Guatemala en una de las calles del municipio de Atiquizaya, Ahuachapán, ya que sospechaban que en el transporte colectivo transportaban ilícitos.

Los agentes ingresaron a la unidad  para hacer una requisa pero no encontraron nada, cuando estaban a punto de retirarse el ayudante del motorista se subió a la patrulla de manera “voluntaria”.

Los uniformados partieron con destino a San Salvador y durante el camino, uno de los azules llamó a los familiares del ayudante del conductor (que iba en la patrulla) para exigirle $25,000 por el rescate.

Sin embargo, el secuestro no se completó ya que cuando los agentes iban por la calle Los Sisimiles de la capital liberaron al hombre.

Cuando el hecho fue denunciado y las investigaciones se concluyeron los agentes fueron capturados y llevados a los Juzgados para que respondieran por sus acciones.

En el Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador fueron juzgados por el delito de privación de libertad y no de secuestro pues para la jueza valoró que no se configura el último ilícito ya que no se consumó el recate y la víctima fue liberada en menos de 48 horas.

Por tal razón los agentes: Elmer Marroquín, Cesar Martínez y Rigoberto Flores fueron sentenciados a tres años de cárcel, pena que fue cambiaba por 144 jordanas de utilidad pública.

Uno de los condenados, Marroquín, se defendió diciendo que el ayudante del conductor entró a la patrulla por su voluntad ya que iba para el mismo lugar donde se dirigían los policías esa noche.