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Judiciales - La víctima no declaró

Estudiante de la Francisco Gavidia se salva de morir porque ladrones se perdieron en una colonia de Soyapango

Los sujetos obligaron al motorista del microbús a desviarse de la ruta para "encargarse" del estudiante, pero se desubicaron del lugar donde estaban y no consumaron el hecho.

Asalto
Estudiante de la Francisco Gavidia se salva de morir porque ladrones se perdieron en una colonia de Soyapango

Luego de abandonar una de las aulas de la Universidad Francisco Gavidia, Mauricio L. abordó un microbús del transporte colectivo de la ruta 7-A, que hace su recorrido de San Salvador hacia Soyapango. Era un día cualquiera en el que se dirigía a casa tras una jornada académica.

Era 1 de junio de 2017 cuando el microbús transitaba sobre el bulevar del Ejército, a la altura del paso a desnivel de Molsa. Ahí, dos sujetos con aspecto de pandilleros se subieron a la unidad y empezaron a despojar de sus pertenencias a todos los pasajeros.

Para cometer el delito, los dos sujetos, quienes posteriormente fueron identificados por la  Policía Nacional Civil (PNC) como Edwin G., de 18 años, y Kevin, un menor de edad, le exigieron al motorista que se desviara de la ruta habitual. La orden fue que se dirigiera hacia la colonia El Matazano, en Soyapango, por lo que el conductor tuvo que obedecerles tras diversas amenazas.

Todo iba bien hasta que llegaron al asiento que ocupaba Mauricio. “¿Vos ya entregaste tus cosas?”, cuestionó uno de los sujetos al estudiante.

El “no” rotundo de Mauricio fue el detonante para que ambos sujetos le dieran una serie de golpes en su cabeza, luego de que este se negara a entregar la mochila en donde -aparte de sus libros de estudio- llevaba un documento importante que trató de sacar, pero el zíper del bolsón lo traicionó. Se trabó. Y ante el temor de perder ese "documento importante", el joven prefirió no entregar nada.

Según el expediente judicial, la víctima fue tomada del cuello y amenazada con un arma blanca, misma que fue colocada en su garganta.

El camino que los desorientó

“¡Ya vas a ver, donde nos bajemos nosotros, te vas a bajar vos también!”, fue la amenaza que escuchó Mauricio mientras el microbús avanzaba hacia El Matazano por una calle alterna al bulevar.

Ambos sujetos se habían distraído por estar atacando al estudiante, tanto que al alzar la vista se percataron que estaban en una zona que desconocían, por lo que le consultaron al motorista dónde se encontraban.

Tuvieron respuesta, pero de igual manera estaban desorientados, por lo que le pidieron al conductor que retornara hacia el bulevar del Ejército, según consta en el documento judicial.

Con lo que ambos asaltantes no contaban era que en el camino de regreso había unos agentes de la PNC cerca de donde la unidad había parado –a la altura de la fábrica Duramas-. Era la oportunidad que estaba esperando Mauricio, quien salió del microbús para alertar sobre el asalto y señalar a los dos atacantes.

Los sujetos fueron detenidos en flagrancia, la denuncia fue interpuesta y así comenzó el proceso judicial.

Tras seguir el proceso, el caso llegó a la etapa de Sentencia, donde se debe determinar el castigo que cumplen quienes son encontrados responsables de las imputaciones. Sin embargo, Mauricio no se presentó a la audiencia y ante la imposibilidad de escuchar su testimonio, el juez Quinto de Sentencia no tuvo más opción que ordenar la libertad de Edwin G.

Kevin, por ser menor de edad, sigue un proceso en un tribunal de menores.

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