Un hombre fue obligado a huir de su vivienda y de su familia luego de que pandilleros lo sentenciaran a muerte por no aceptar ser informante de la clica en una colonia populosa de San Salvador.

Ernesto (nombre modificado por seguridad) vivía desde hacía tres años en esa zona y a pesar de estar rodeado de pandilleros nunca había tenido problemas con nadie. Prefería estar tranquilo junto con su esposa y su hijo.

Pero la suerte le estaría a punto de cambiar, ya que los criminales le habían puesto el ojo y lo querían reclutar como informante, ya que su casa estaba en zona cercana a la delegación policial.

Los criminales vieron en él una posibilidad de conocer con más detalles las acciones de la Policía sin arriesgar a uno de sus miembros, por lo cual le sugirieron que debía convertirse en "poste", pero él siempre se negó.

Según el expediente judicial, eran las 7:30 de la mañana del 25 de agosto del 2017 cuando salió de su casa hacia el trabajo confiado que sería un día como cualquier otro.

Una hora más tarde, su esposa le llamó a su celular para explicarle que justo al salir de su casa, un grupo de cuatro pandilleros llegaron armados a buscarlo para matarlo.

Eran Víctor Alexander Rivera, alias de “Estrid”; Emerson David Hernández, alias el  “Mecha”, y otros dos conocidos como Chijaso” y “Moreno”, todos ellos soldados de la pandilla 18, quienes le dijeron que Ernesto debía de irse de la zona por no colaborar con ellos.  

A pesar de las amenazas, él decidió permanecer en el lugar y no darles tregua. 

El exilio

Sin embargo, todo cambió el 3 de octubre de ese mismo años. Ernesto caminaba para su trabajo cuando los mismos sujetos lo interceptaron en uno de los pasajes.

“Párate ahí queremos hablar con vos”, le dijo “Estrid” mientras sacaba su arma de fuego. “Mira así está la onda, hoy es tu día. Hoy te vamos a matar”, sentenció.

“¿Por qué?”, cuestionó con un poco de temor.

“Por la razón que no nos quisiste hacernos el paro”, contestó. Mientras que “Mecha” le siguió el paso y le indicó “te damos tres días para que te vayas de aquí, sino te vamos a matar”.

Uno de los pandilleros que estaban montando guardia advirtió a sus compinches que una patrulla se acercaba por lo que decidieron dejar a su víctima.

Ernesto había visto en las noticias varios casos como el suyo, donde las personas tienen que huir de sus casas por miedo a perder su vida. Él decidió ser uno como ellos.

A los pocos días de salir de su colonia interpuso una denuncia en la Policía Nacional Civil (PNC), donde señaló que eventualmente llega a visitar a su familia a quien dejó antes de salir de la zona. “Llego por pocos minutos en el día y me voy”, declaró con tristeza.

Posterior a la acusación la Fiscalía General de la República (FGR), giró orden de captura para los sujetos donde se logró capturar a Rivera y a Hernández por el delito de limitación ilegal a la libertad.

El caso llegó hasta el Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador donde será el juez quien determinará la responsabilidad penal en contra de los sujetos.