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Judiciales - Homicidio tentado

Hombre es atacado por pandilleros tras intervenir en una pelea entre la "trabajadora del sexo más famosa del centro" y una joven

El juicio que comenzó el pasado jueves 6 de diciembre continuará este día y se espera que el juez del Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador emita un fallo a partir de los pruebas recabadas por la FGR.

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Con tan solo 26 años de edad había logrado resaltar entre el resto de sus compañeras, no solo por su físico sino por ejercer poder dentro del establecimiento ya que tenía fuertes lazos con pandilleros.
Hombre es atacado por pandilleros tras intervenir en una pelea entre la "trabajadora del sexo más famosa del centro" y una joven

Un trabajadora sexual es procesada tras el señalamiento de un hombre que asegura que ella fue la autora intelectual de un intento de homicidio a manos de pandilleros, luego de que este interviniera en un riña dentro de una cervecería del centro de San Salvador. 

Jesús (nombre modificado por seguridad) era un hombre que disfrutaba visitar los diferentes bares y pequeñas cantinas del centro de San Salvador en las que se hacía acompañar de mujeres jóvenes que trabajaban en dichos establecimientos.

Sin embargo, el gusto le duró muy poco ya que un día sintió que perdería su vida a manos de dos pandilleros que habían sido enviados por una de las “trabajadoras del sexo más famosas del centro”, Jaqueline O., mejor conocida como “La Chiguagua”, tal y como se conoció en el juicio que se ha abierto en su contra. 

Todo comenzó la tarde del 28 de julio de 2017 cuando él llegó a un establecimiento conocido como “Caribe 2”, un oscuro y ruidoso bar ubicado en la avenida Independencia, en el centro de San Salvador. No era la primera vez que llegaba a este lugar, ya que conocía a todas a todas las empleadas y a otros hombres que, al igual que él, llegaban a disfrutar del ambiente. 

Entre sus conocidas estaba Jaqueline, una joven morena, de cabello lacio y castaño, de complexión media y dotada de un gran carisma. Con tan solo 26 años de edad, había logrado resaltar entre el resto de sus compañeras, no solo por su físico y su actitud llevadera si no por ejercer poder dentro del establecimiento ya que tenía fuertes lazos con pandilleros de la zona que la acuerpaban.

Las horas que casi le cuesta la vida

Cuando el reloj marcaba las 1:30 de la tarde, Jesús se encontraba sentado en la barra del establecimiento, acompañado de una joven mujer con quien tomaba cervezas. Hasta ese instante todo era tranquilidad, la música se había apoderado del lugar y del ambiente. A medida la tarde avanzaba el lugar comenzaba a llenarse.

Pero la pareja no advirtió que en medio del bullicio saldría Jaqueline, quien sin mediar palabras agarró por el brazo a la mujer y comenzó a insultarla sin motivo aparente. Esto le causó indignación a Jesús por lo que decidió defender a su joven acompañante lo que generó aún más molestias.

Ante esto, ella decidió tomar una botella de cerveza con la intención de estrellársela en la cabeza pero él puso su antebrazo y logró esquivar el golpe.

Todas las miradas se dirigieron hacia la barra, pero minutos después el lugar volvió a la normalidad. Para suerte de Jesús y su acompañante no pasó a más; sin embargo, algo en su mente lo hizo regresar su vista hacia atrás donde pudo constatar que Jaqueline se encontraba conversando molesta con otra mujer y dos hombres con apariencia de ser pandilleros.

Las miradas de aquel pequeño grupo eran cortantes y todas se dirigían hacia Jesús. A pesar de no saber lo que conversaban, su instinto lo hizo levantarse de su silla y salir del “Caribe 2”, por un momento sintió la muerte.

Eran las 3:30 de la tarde, y con el efecto de 13 cervezas en su cuerpo buscó las llaves de su vehículo en sus bolsillos, se metió en su vehículo y manejó tres cuadras delante del bar. Su sed etílica lo hizo entran a una pequeña cantina, donde se encontraban sus “amigos de calle con los que tomaba”.

Ya eran las 4:30 y para calmar el susto que llevaba, se sentó en la acera donde comenzó a tomar agua ardiente junto con los otros hombres. Nuevamente, un sentimiento de tranquilidad lo embargó por un largo rato.

Pero al cabo de dos horas y media observó -al otro lado de la calle- a los dos hombres que había visto conversando con Jaqueline. Uno de ellos al verlo gritó: “¡Ey, ahí está!”, mientras extendía su mano para tocar al otro e indicarle la posición de Jesús. Una fuerte balacera se desató.

Ya eran las 7:00 de la noche, con la poca visibilidad comenzó a tratar de esconderse pero ya el alcohol se había apoderado de su cuerpo, lo que le impidió moverse con agilidad para protegerse de las ráfagas de balas que comenzaron a llover en el lugar. Las personas que estaban al rededor salieron despavoridas.

En ese momento, Jesús observó que un pandillero andaba armado y fue este quien comenzó a dispararle y le atinó en el pecho, en el pie, el tobillo y en la pierna; fueron cuatro disparos pero él lo supo horas después de ser ingresado al hospital Rosales.

“Me arrastré hacia mi vehículo, abrí la puerta como pude y agarré el arma que andaba y respondí para defenderme”, señaló el hombre en la sala de audiencias cuando se desarrollaba el primer día del juicio en contra de Jaqueline. Ahí, explicó que luego de defenderse los dos pandilleros se dieron a la fuga.

Los testigos recurrieron a llamar a Comandos de Salvamento, ya que estaba gravemente herido. Cuando la institución llegó los dos atacantes no dejaban de merodear el lugar, y según personas cercanas al hecho, estos intentaron acercarse a la ambulancia para terminar de rematarlo sin tener resultado.

“La trabajadora del sexo más famosa del centro”

Sentada en el banquillo de los acusados, Jaqueline se mostraba tranquila, sonriente y se acicalaba su cabello a cada instante mientras escuchaba a la víctima. Sus dos abogados la acuerpaban y se ponían a reír cada vez que podían.

En el juicio, la representación fiscal desfiló a dos pruebas testimoniales dentro de las cuales estaba un testigo que había escuchado las conversaciones de la imputada con las otras tres personas en la que explicaban cómo procederían a asesinar al hombre.

“La Chiguagua (Jaqueline) ordenó por teléfono que movieran las armas para el cuarto de ella. Estaba hablando en alta voz para que lo mataran (a Jesús). Sé que es así porque estaban discutiendo de él y lo señalaban”, indicó uno de los testigos.

Dentro de su testimonio, este dijo que la imputada le entregó una pistola a los pandilleros dentro del establecimiento para que lo asesinaran, ya que este habría impedido el rapto de su joven acompañante durante una discusión.

“Ella decía que no habían papas (policías) en la esquina y que todo estaba listo… la conozco porque ella es la trabajadora del sexo más famosa del centro”, continuó diciendo. Al escuchar este último señalamiento la imputada soltó una carcajada dentro de la sala.

Hasta el momento, la Fiscalía General de la República (FGR) solo sabe que la persona que disparó a Jesús es un pandillero de la zona conocido con el alias “El Chele”, quien es un hombre de aproximadamente 21 años de edad, de complexión delgada, de tez blanca y con ojos grises.

El Salvador Times preguntó a la fiscal del caso la razón por la cual este sujeto no estaba procesado, y esta respondió que se tuvo el intento de buscarlo, pero no se logró ubicar.

Sin lugar a dudas, la vida le cambió en cuestión de unas cuantas horas, tras el susto el hombre ha tenido que soportar el dolor que le han causado los impactos en sus piernas impidiéndole caminar con normalidad, aún espera la extracción de la última bala.

El juicio que comenzó el pasado jueves 6 de diciembre continuará este día y se espera que el juez del Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador emita un fallo a partir de los pruebas recabadas por la FGR; mientras tanto la imputada seguirá detenida por el homicidio en grado tentativa.

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