• Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Judiciales - condenado

Colaborador de la pandilla 18 se salva de ir a prisión y le imponen tres años de trabajos comunitarios por cargar marihuana

El sujeto también se dedicaba a hacer pan, pero al ser arrestado se encontraba departiendo con varios pandilleros del Barrio 18. En su cuerpo le encontraron 34 porciones de marihuana. 

 

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En el juicio, el panadero utilizó la última palabra para decir  que era inocente y que “había sido objeto de persecución” por las autoridades.
Colaborador de la pandilla 18 se salva de ir a prisión y le imponen tres años de trabajos comunitarios por cargar marihuana

Colaborador de la pandilla 18 fue condenado a tres años de trabajos comunitarios luego de haber sido encontrado culpable de cargar en sus bolsillos 34 porciones de marihuana. Tras varias horas de alegatos el juez consideró que la cantidad “no es excesiva” para mantenerlo en prisión.

A sus 25 años, José Francisco Martínez Díaz, mejor conocido como “Darky”, tenía clara la sensación de estar encerrado en una prisión. Su pecado fue haberse juntado con pandillero de la 18 Sureños, con quienes se reunía a cualquier hora en la colonia Altavista en Tonacatepeque.

Con el tiempo, el panadero de profesión se había ganado la confianza de los criminales y antes de que fuera arrestado colaboraba vendiendo droga, pero hasta el momento habían pasado desapercibidas sus fechorías. 

"Darky" fue capturado el 10 de abril del 2018 a las 7:25 de la noche. José había quedado de juntarse con sus compinches en un parque de la colonia luego de salir de su faena en la panadería. Los minutos pasaron y el grupo comenzó a disfrutar hasta que de pronto apareció una patrulla por la calle principal lo que provocó que estos salieran despavoridos por todo del lugar.

Los policías inmediatamente salieron corriendo detrás de los sujetos, pero los pasajes estrechos y veredas le permitieron escapar. Al único que se le acabó la buena suerte fue a José, que sin perder tiempo ya estaba sometido con su cara postrada en el suelo.

A pesar de la fuerza con la que estaba detenido, luchó con todas sus fuerzas para soltarse una y otra vez; pero esto solo provocaba que el policía ejerciera más fuerza hasta dejarlo inmovilizado.

Durante su registro se le encontró amarrado, a la cuerda de su calzoneta, una bolsa con 34 porciones de marihuana envueltas en bolsas plásticas que equivalen a 42 gramos con los que se podía elaborar hasta 85 cigarrillos.

Esto le bastó para que los policías lo llevaran hasta una delegación de la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (PNC), donde permaneció detenido; paralelamente, el perito realizó un análisis químico que comprobaron que la yerba era marihuana. 

El juicio

Las investigaciones judiciales llegaron hasta el Tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador, donde se realizó el juicio a través de una videoconferencia, ya que esta recluido en el penal de Quezalpeque, conocido por albergar a pandillero de la pandilla 18.

La representación fiscal reafirmó al juez que el día de la captura este se encontraba junto con pandilleros por lo que directamente fue asociados con la clica.

Esto fue algo que incomodó al abogado defensor, quien señaló que esto no había sido comprobado por la Fiscalía General de la República (FGR) por lo que esto “se salió de contexto” justificando que el hecho de estar reunido con los pandilleros no lo convierte en uno de ellos. 

Luego de un par de horas de desfile probatorio –entre testigos y documentos- el panadero utilizó la última palabra para decir  que era inocente y que “había sido objeto de persecución” por las autoridades.

El juez del tribunal dio por cerrado el espacio para los debates y tras varios minutos de análisis decretó que sería condenado a purgar tres años de trabajo de utilidad pública debido a que la cantidad de droga que cargaba esa noche “no era excesiva”;  así como por tratarse de una “droga blanda” que no tiene más afectación psicológica.

Esto quiere decir que el panadero y colaborador de la pandilla fue puesto en libertad y deberá realizar dichos trabajos en un lugar que lo disponga el Tribunal de Vigilancia Penitenciaria de San Salvador.

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