Luego de empezar un nuevo año, la mañana del 9 de enero de 2017 fue distinta para quien se convirtió en ese momento en una víctima más de las extorsiones hechas por parte de miembros de pandillas.

Según el expediente judicial, la persona afectada, hoy conocida con la clave “3,435” por la Ley de Protección a Víctimas, se disponía a salir de su vivienda para dirigirse a su lugar de trabajo, pero al momento de acercarse a la puerta se percató que había un papel en el suelo.

Al leerlo, la víctima observó un manuscrito amenazante. Pandilleros de la 18 Revolucionarios le exigían el pago de $500 en concepto de extorsión. De no cancelar la “cuota”, entonces arremeterían contra la vida de uno de sus parientes que residían en su vivienda, ubicada en una zona de San Salvador.

Según el documento judicial, lo peculiar de la extorsión es que los pandilleros no solo querían el dinero sino, además, le exigían a la víctima tener relaciones sexuales con una persona que ellos mismos asignarían y cuando eso ocurriera tendría que grabar un video y adjuntarlo con el dinero exigido.

En un primer momento, “3,435” pensó que se trataba de una broma, por lo que omitió el mensaje encontrado, pese a que le advertían que tendría tres días para hacer la entrega de lo exigido, es decir, el 12 de enero.

Tras esto, el 10 de febrero la víctima encontró otra nota en donde le indicaban que la vida de su familia estaba cada vez más en peligro si no obedecía las indicaciones. Volvieron a reiterarle la exigencia: $500 y el video con contenido sexual para el 13 de febrero de 2017.

La preocupación dominó a la víctima debido a que después de esa segunda amenaza recibió dos manuscritos más. Por esa razón, el 12 de febrero asistió a la División Central de Investigaciones de Extorsiones de la Policía Nacional Civil (PNC) para interponer la denuncia por ser víctima del delito de extorsión agravada.

La mañana del 23 de marzo, la persona afectada encontró un último aviso, en donde le recordaban que ya le habían dado mucho plazo y que no veían colaboración de su parte. Por eso le proporcionaron un número telefónico y le dijeron que las negociaciones las harían vía WhatsApp.

Tras la poca colaboración que encontraron de su parte, los pandilleros de duplicaron la exigencia monetaria. Fue entonces que ese mismo día le solicitaron $1,000 e insistieron en el material audiovisual.

Sin embargo, debido a que ya había una denuncia, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) montaron un operativo de entrega controlada y lograron capturar a uno de los imputados, identificado como David Reyes, un joven de 18 años de edad, quien esperaba sin camisa a la víctima y el dinero solicitado.

El próximo 27 de febrero de este 2018, el Tribunal 1° de Sentencia procesará al imputado por estar señalado de cometer una extorsión agravada en contra de la víctima “3,435”.