El pastor evangélico José Eligio Esquina Pérez se autoproclamaba "profeta" y le decía a una familia de feligreses que Dios le había revelado que su hija estaba enferma de la cabeza, aunque era solo una treta para aprovecharse de su inocencia y violar a la joven.

Pérez, quien según la Fiscalía era pastor de una iglesia evangélica ubicada en calle a Huizúcar, al sur de San Salvador, había entablado una relación de amistad con la familia de la víctima para ganarse su confianza.

El hombre llegó al extremo de pedirle a la familia de la menor que oraran aparte para que ella se recuperara de su salud... esos momentos eran utilizados por Pérez para encerrarse en otra habitación con la adolescente para violarla.

Al enterarse la familia sobre los abusos sexuales lo denunciaron en la Policía, quienes lo detuvieron de inmediato.

El religioso enfrentó un proceso judicial y durante el juicio, el Tribunal Cuarto de Sentencia de San Salvador lo condenó a 20 años de prisión por el delito de violación agravada en menor.

También lo sentenció a que pagara $2,500 en concepto de responsabilidad civil a la víctima.

El tribunal avaló toda la prueba presentada por los fiscales de la Unidad de la Niñez, Adolescencia y Mujer, las cuales consistían en chequeos a la víctima en el Instituto de Medicina Legal (IML) en los que se comprobó las agresiones sexuales y psicológicas.

Al constatar los resultados de las pruebas el juez emitió la sentencia condenaroria.