Era el año 2015 cuando una adolescente asistía junto a sus padres a una iglesia evangélica ubicada en la ciudad de Santa Ana.

Jessica (nombre cambiado por seguridad) llegaba a los cultos sin sospechar que el pastor la observaba con pervertidas intenciones.

Valiéndose de ser la máxima autoridad de la iglesia evangélica, el pastor Edwin Antonio H. de 40 años, entabló comunicación con Jessica y le insinuaba sus pretensiones sexuales.

En reiteradas ocasiones Edwin la obligó a sostener relaciones sexuales con él, de lo contrario le aseguraba que le haría daño a su familia.

Por el temor a las amenazas de dañar a sus padres, la adolescente accedió y pasó el 2015 y el 2016 siendo violada por el pastor hasta que su familia se enteró de los abusos y decidieron denunciarlo ante las autoridades.

Posterior a la denuncia, Edwin fue capturado por la Policía y enfrentó el proceso judicial en su contra.

En el juicio realizado el jueves por la mañana en el Tribunal Primero de Sentencia de Santa Ana, el sujeto fue condenado a 12 años y seis meses de prisión al ser encontrado culpable por los delitos de otras agresiones sexuales agravadas y violación agravada continuada en perjuicio de la adolescente con régimen de protección.

La declaración de Jessica durante el juicio así como la prueba documental y pericial presentada por la Fiscalía fue contundente para que el juez lo encontrara culpable y emitiera su resolución condenatoria.