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Judiciales - San Marcos

Policía escapa de las manos de pandilleros que querían enterrarlo vivo tras torturarlo en pleno recorrido de microbús de ruta 11-C

El agente fingió su muerte y moribundo logró escapar de los delincuentes quienes estaban por excavar el hoyo en el que lo pretendían enterrar.

Homicidio rural
Policía escapa de las manos de pandilleros que querían enterrarlo vivo tras torturarlo en pleno recorrido de microbús de ruta 11-C

Un policía logró escapar de las manos de pandilleros quienes lo querían enterrar vivo luego de torturarlo en un bus de la ruta 11-C que realizaba su recorrido de San Salvador a San Marcos y que fue obligado a cambiar su ruta hasta la colonia 10 de Octubre.

Eran las dos de la tarde del 28 de julio de 2015, José (nombre modificado por seguridad) se desplazaba a bordo de la unidad de transporte colectivo cuando a la altura de un centro comercial de San Jacinto se subieron cinco sujetos con apariencia de pandilleros.

El que los sujetos no se sentara, la forma de vestir y la manera de hablar alertó al hombre para salir del microbús. Estaba solo y no había nadie quien lo respaldara, aunque ninguno de los sujetos sospechaba que era policía.

Al llegar a una parada conocida como "La Alpina", José se puso la mochila en la espalda y se levantó para bajarse, pero al posicionarse enfrente de tres de los sujetos, uno de estos le dio un puñetazo y al mismo tiempo le grito furioso: “¡Aquí nadie se baja, hijo de puta!”.

Estando en el suelo, el agente comenzó a ser golpeado por uno de los delincuentes quien fue ayudado de otro de sus compinches al ver que la víctima trataba de defenderse con el microbús en ruta. El espacio era estrecho y por temor ninguno de los pasajeros ayudó al hombre.

Tras varios minutos de golpear al agente, otro de los delincuentes que estaba de espectador se percató del arma de trabajo de José: “¡Ey! Este hijo de puta anda mortero”, procediendo inmediatamente a desarmarlo. Los pandilleros también lo despojaron de una mochila en la que llevaba $200.

Estando por ingresar a San Marcos, uno de los delincuentes le dio indicaciones al motorista sobre el cambio de ruta que debía de hacer: “Dale de un solo a la terminal, tirá a la gente ahí y le das de un solo para la 10 de Octubre”. 

Obedeciendo a los delincuentes, el motorista bajó a los asustados pasajeros en el lugar indicado para seguir hasta la referida colonia. Durante el camino los delincuentes se valieron de la estructura del microbús para torturar al policía.

Según el relato del agente, sus agresores en tono burlesco señalaban que: “A este hijo de puta le vamos a dar”. Los golpes provocaron que José perdiera el conocimiento antes de llegar a la zona sugerida. 

El expediente judicial señala que los pandilleros bajaron a su víctima en un predio baldío y arrastraron al agente hasta una zona con abundante maleza, bambú y pinos.

Los delincuentes siguieron golpeando a la víctima hasta que el agente comenzó a vomitar sangre y dejó de moverse. En ese momento uno de los atacantes expresó: "este ya se murió”, por lo que los delincuentes dejaron de agredirlo para ir a buscar herramientas con las que excavarían un hoyo para enterrar al cuerpo.

No obstante, hacerse el muerto era parte del plan del agente quien procedió a escapar al percatarse que tres de sus victimarios se fueron de la zona y otros dos se encontraban de espaldas.

Moribundo, el agente comenzó a correr hasta llegar abajo de un puente que se ubica sobre la carretera a Comalapa, zona en la que luego de varias horas fue auxiliado por una patrulla policial.

El relato del agente ayudó para que se pudiera identificar y capturar a Samuel Ernesto Berthran Martínez, alias “Huezo”, de 32 años de edad, como uno de los cinco involucrados en el hecho.

El ministerio público le atribuye el delito de robo, homicidio imperfecto y privación de libertad; será el juez del tribunal Primero de Sentencia de San Salvador quien determinará la responsabilidad penal por los hechos que se le atribuyen a este pandillero.

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