A Julia –nombre cambiado por protección- le cambió la vida la noche del 13 de noviembre de 2016, cuando se bajó de un microbús del transporte colectivo en el kilómetro 11 de la Troncal del Norte, de Ciudad Delgado.

Eran alrededor de las nueve de la noche y ella se dirigía hacia la casa de un familiar. Aprovechando las tinieblas y la oscuridad de la noche, David Ernesto Gálvez Monterrosa, se abalanzó sobre Julia y a punta de cuchillo la amenazó.

Contra su voluntad, la hizo caminar hacia la entrada de la comunidad ISPM, de Ciudad Delgado, donde la despojó de sus pertenencias, entre ellas un celular, $35 y otros objetos. Sin embargo, al sujeto no le bastó, sino que procedió a tocar las partes íntimas de la mujer.

Julia tuvo miedo y solo se imaginó lo peor, que el hombre en medio de aquella protección que le daba la noche, abusaría sexualmente. A puros forcejeos y con el cuchillo rosándole la garganta, el sujeto alcanzó a tocarla.

La joven sacó fuerzas de donde pudo e intentó defenderse de las agresiones. En medio de ese forcejeo logró liberarse y escapar. Corrió como nunca y logró escabullirse por las calles que ya conocía.

Julia pasó esa noche como una de las más terribles. Con el nuevo amanecer, llegó una nueva esperanza, pero lo que nunca se imaginó es que cuando salió a la calle, nuevamente en la parada de buses se encontró con su victimario.

La joven iba acompañada de su madre y al sentir la rabia y la impotencia que la carcomía por dentro, decidió contarle a su progenitora. Y ambas decidieron acercase al sujeto para reclamarle. La discusión subió de tono y las mujeres hasta forcejearon con el sujeto.

Casualmente, en ese mismo momento, una patrulla policial se conducía sobre la Troncal del Norte y observó la pelea. Al detenerse y separar a los protagonistas del zafarrancho, Julia contó cómo una noche antes había sido víctima de robo y de agresión sexual. El sujeto fue detenido de inmediato.

Este caso llegó hasta los tribunales y este lunes se llevó a cabo la audiencia en contra de Gálvez Monterrosa en el Tribunal Cuarto de Sentencia de San Salvador. Luego de conocer el testimonio de Julia –a quien se le dio régimen de protección en el caso y con un nombre clave- y otra prueba documental y pericial, el juez encontró culpable al hombre.

El juez lo condenó a 13 años y cuatro meses por ambos delitos.