Juan Josué Castillo Arévalo, conocido como por su indicativo policial de “Samurái”, exagente del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) de la Policía Nacional Civil y principal sospechoso del asesinato de la agente policial Carla Ayala en 2017, fue condenado a 60 años de prisión por dos homicidios.

El Juzgado de Sentencia de San Miguel condenó a Castillo Arévalo a la pena carcelaria de 30 años por cada crimen, luego de declararlo responsable de dos homicidios ocurridos en el distrito de San Francisco Javier, en el departamento de Usulután, entre junio y agosto de 2016.

El tribunal, tras valorar las pruebas de la Fiscalía General de la República en el juicio, determinó la participación de Castillo Arévalo en los homicidios de Carlos David Claros Godoy y Porfirio Jesús Godoy Segovia, quienes fueron asesinados en los cantones Los Chorros y El Tablón.

Los crímenes fueron cometidos por un grupo de exterminio al que pertenecía Castillo Arévalo, que operaba en los departamentos de Usulután y San Miguel entre los años 2016 y 2017 y al que se le atribuyen más de 40 homicidios.

Castillo Arévalo también es procesado por el feminicidio agravado de su compañera policial, Carla Ayala, el cual fue cometido el 29 de diciembre del año 2017. Este último caso está a cargo del Juzgado Especializado para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres de San Salvador.

Castillo Arévalo ha sido juzgado y condenado en ausencia, mientras las autoridades continúan su búsqueda, ya que se encuentra prófugo desde el crimen de la agente Ayala.