Daniel Alexis Hernández y Carlos Torres fueron llevados a los tribunales por haber incitado el saqueo de supermercados durante los desórdenes generados el lunes por salvadoreños para cobrar los $300 que da el gobierno como subsidio ante la emergencia de coronavirus.

Ese día miles de ciudadanos abarrotaron los Cenade y se retiraron por la orden de cierre, pero un pequeño grupo de personas causó desórdenes y amenazaron con entrar por la fuerza a una Despensa Familiar y saquear productos en el centro de San Salvador.

Después de los incidentes, Hernández y Torres fueron capturados y este jueves les acusaron bajo los delitos de desobediencia a particulares, desórdenes públicos y apología del delito en los tribunales.

“El error de nosotros fue haber ido, si nosotros hubiéramos sabido de que se habían cerrado a las ocho de la mañana no nos hubiéramos presentando y no hubiera pasado nada”, dijo Torres a los medios de comunicación.

El Código Penal establece cárcel de uno a tres años por desobediencia; de dos a cuatro años por desórdenes y de seis meses a dos años por apología (incitar a que se transgreda la ley).

Los detenidos negaron los señalamientos que se hicieran desde las redes sociales de que habían recibido dinero de opositores a Nayib Bukele para crear el caos que se vivió ese día en las calles de San Salvador.

“Nadie nos pudo haber pagado, allí se generó el conflicto”, dijo Torres.

Sin embargo, el presidente Bukele aseguró desde su cuenta de Twitter que muchos de los “agitadores” tenían conversaciones de WhatsApp con líderes políticos.

“Donde recibían instrucciones sobre que tenían que hacer e incluso los dineros que les iban a transferir por las acciones realizadas. Delito de sedición”, tuiteó el mandatario.

Misma postura brindó el ministro de Seguridad, Rogelio Rivas, cuando se refirió que “A estos agitadores y patrocinadores se les aplicará todo el peso de la Ley, con la salud del pueblo no se juega”.