• Diario Digital | sábado, 21 de junio de 2025
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El drama de Steve y su familia por recuperar la sonrisa que les ha robado el labio leporino

La familia que reside en Ahuachapán y viajan se encuentra a la espera de los resultados que le permitirán someterse a la segunda cirugía para superar este mal que los aqueja.

Niño hospitalizado
El drama de Steve y su familia por recuperar la sonrisa que les ha robado el labio leporino

Steve es un niño de año y medio que fue sometido a su segunda cirugía en el Hospital Benjamín Bloom debido a que nació con labio leporino, algo que no le ha impedido sonreír como cualquier otro pequeño de su edad.

Cuando Steve tenía cuatro meses de edad, los médicos recomendaron a sus padres realizar la operación, algo que ellos aceptaron y que le ha permitido al menor tener menos inconvenientes de los que hubiera tenido de no ser tratado.

Estudios médicos señalan que los menores que no son tratados antes de los 12 meses por este mal son propensos a padecer problemas auditivos, en los dientes, dificultades en su crecimiento y peso, además, problemas de habla y expulsión de leche por la nariz.

Este diagnóstico es el que llevó a la familia que reside en Ahuachapán a no desistir en el proceso, esto pese a que debieronn de recorrer muchos kilómetros para acudir a las citas programadas  

Sus padres explicaron que para la cita que tuvieron el miércoles a las 6:30 de la mañana se tuvieron que levantar a las dos de la mañana para poder alistarse y tomar el primer autobús que los traería a la capital.

El tiempo que le toma a la familia de Steve a San Salvador es de dos horas y media cuando optan por el servicio de un bus súper especial, el tiempo aumenta a más de tres horas cuando por el precio del pasaje se ven obligados a tomar un ordinario.

Al llegar al hospital, su madre es quien acompaña a Steve en los chequeos correspondientes para poder ser ingresado y sometido a la nueva cirugía, mientras su padre observa y se despide de él sin evitar conmoverse por la escena.

Luego de un poco más de una hora, el pequeño y su madre salieron del hospital, el niño lloraba debido a los exámenes a los que fue sometido Steve para determinar si procede o no la operación. Los resultados se conocerán en las próximas horas.

Tras calmar el llanto de Steve, esta familia se sentó en la única acera que estaba libre, junto a un vehículo cuyo conductor poco antes los quitó del lugar alegando que esa era su zona para aparcarlo bajo la sombra del árbol de almendra.

El hospedaje es otro punto que preocupa a los padres es el hospedaje, ya que no tienen ningún familiar en San Salvador al que puedan acudir y tampoco pueden ser recibidos en el albergue que estuvieron durante la primera operación.

Con un gesto de preocupación, la pareja conversa sobre la única opción que les queda: Alquilar un cuarto que se ajuste a su presupuesto. Ambos necesitan pasar dos días en San Salvador ya que ese es el tiempo que su hijo estará ingresado.

La familia recordó que en la operación anterior se ahorraron muchos gastos ya que la alcaldía de Ahuachapán les brindó transporte en una de las ambulancias que tienen a disposición de la población y el hospital les ofreció asilo en un albergue que es administrado por ellos.

Pese a todos los problemas que han tenido que enfrentar juntos, a los padres de Steve los mueve la esperanza de ver a su hijo recuperado y que ya no tema sonreir cuando juega con otros niños de su edad.

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