En un caso en el que un sujeto se hizo pasar por doctor de la Fuerza Armada de Estados Unidos para engañar a un grupo de ocho personas que viven en la zona de la isla de Meanguera, en La Unión, una testigo y víctima compareció ante el Tribunal Sexto de Sentencia de San Salvador donde el fiscal del caso ofendió el intelecto de la mujer.

En la parte de identificación de la testigo, el juez preguntó a Sonia A., de 49 años, su nivel educativo y esta afirmó no contar con ningún grado académico, además de no saber leer ni escribir.

Al momento de iniciar el interrogatorio directo de la Fiscalía General de la República, el fiscal Carlos Iván Quintanilla Campos, procedió con sus preguntas.

̶ ¿Por qué se encuentra en este lugar?  ̶ preguntó  

̶  Por el dinero que le dimos a este hombre que nos estafó  ̶ le dijo  

̶ ¿Cuándo dice nosotros a quién se refiere?  ̶ le cuestionó

Y aquella mujer no entendía le pregunta, no podía contestarle. Él insistía y ella no le comprendía. Finalmente interrumpió el interrogatorio y le dijo al juez. “Señor juez, quiero pedirle autorización para hacer un interrogatorio sugestivo, y no directo, ya que debido a que la testigo es una sin cultura y sin educación, necesito hacerle otras preguntas”, expuso.

Sin embargo, el juez del Tribunal Sexto de Sentencia de San Salvador que está llevando el caso le negó la petición. “Creo que usted no ha agotado todas las formas para hacerle les preguntas”, le argumentó.

Finalmente, el fiscal continuó con el interrogatorio y hasta agotar la exposición de la testigo.

El caso

Esta fue la primera testigo y víctima que desfiló en la prueba testimonial en contra de Edwin Enrique Amaya Santamaría, de 46 años, un traductor e intérprete de profesión, que se hizo pasar como un doctor de la Fuerza Armada de Estados Unidos.

El sujeto les decía a sus víctimas que podía llevarlos de manera ilegal hacia Estados Unidos, haciéndolos pasar por pacientes en un barco-hospital en el que él trabajaba. Sonia A. aseguró que pagó entre $4,000 y $6,500 para que llevarán a sus dos hijos hacia Estados Unidos. En total, este sujeto de esta manera habría estafado a unas ocho personas haciendo un total de $15,000.

Durante la vista pública, se escuchó a dos testigos, entre ellos dos víctimas y el policía captor. El juez explicó que aunque las personas contactaron a Amaya Santamaría para que este cometiera un ilícito para llevarlos de manera ilegal, se tendría que estudiar bien si las víctimas fueron engañadas.

En este sentido, advirtió que el delito podría ser cambiado de estafa a hurto agravado, debido al engaño.

Amaya Santamaría ya fue procesado por dos delitos por esta misma forma de operar, una condena por tres años y otra por seis años.

La audiencia se suspendió por falta de otras víctimas y se reestablecerá el próximo 9 de mayo.