La fiscalía presentó ante un tribunal especializado la acusación formal contra ocho personas vinculadas a José de la Cruz Claros Amaya, un expolicía salvadoreño acusado de traficar cocaína a Estados Unidos.

Los acusados son la esposa de Claros Amaya, Norma Carolina Monge Recinos; Teresa Guadalupe Colato, Gustavo Mauricio Alvarenga, Marco Antonio Serrano, José Luis Jovel Martínez y Raúl Francisco Burgos; además de José Samuel Menjivar Barahona -intimado en un centro penal- y la reo ausente Claudia Cecilia Mejía Morales.

La fiscalía los acusa de formar parte de una banda que coordina el paso de droga proveniente de Sur América a través del corredor centroamericano hacia Estados Unidos.

A Claros Amaya y Jovel Martínez el ministerio público los acusa por los delitos de actos preparatorios, proposición y conspiración, así como asociaciones delictivas, tenencias de drogas y portación o conducción ilegal de armas de fuego.

Mientras que a Mejía Morales se le imputan los delitos de facilitación de inmuebles, a los demás se les acusa de actos preparatorios.

La abogada de Teresa Guadalupe Colato, Silvia de Bonilla, negó que su clienta fuera parte de una banda dedicada al narcotráfico. De acuerdo a a Bonilla, la mujer se dedicaba al alquiler de vehículos y es po ese motivo que fue acusada "injustamente".

A Colato se fueron incautados varios vehículos, en los cuales, según las autoridades, era transportada la droga en caletas ocultas.

El exagente policial fue detenido en el aeropuerto La Aurora de Guatemala la noche del miércoles cuando estaba a punto de trasladarse en un vuelo hacia Costa Rica, donde se presume iba a realizar las coordinaciones del transporte de un cargamento de droga.