Un grupo de pandilleros recluidos en el penal de San Francisco Gotera, Morazán, anunció la semana anterior su decisión de abandonar esos grupos criminales, lo que les permitirá acogerse a los beneficios que ofrece el programa Yo Cambio, que es desarrollado por la Dirección General de Centros Penales (DGCP). El anuncio se da en los mismos días en los que el Gobierno hace gala de cifras que indican una baja considerable en número de homicidios, principalmente cometidos por estos delincuentes.

La similitud de las circunstancias actuales con las que rodearon una fallida tregua entre el Gobierno de Mauricio Funes y los jefes de maras y pandillas ha hecho que diversos sectores políticos planteen -y rechacen- la posibilidad que se esté fraguando una nueva negociación con criminales.

En las últimas semanas se han llevado a cabo varias acciones  de pandilleros y declaraciones de funcionarios de Gobierno que plantean esa hipótesis, que causa escozor entre la sociedad salvadoreña. Detractores de la pasada tregua entre pandillas han coincidido que esta medida fortaleció a esos grupos e incrementó sus actividades criminales.

Cuando esa tregua se fraguaba, las autoridades peniteciarias realizaron varias acciones encaminadas a reducir las medidas coercitivas de los pandilleros recluidos en los penales y, adicionalmente, se les ofrecieron condiciones menos duras de reclusión, como traslados a penales de menor seguridad.

Como en aquella ocasión, el número de homicidios se ha reducido. No en vano las cuentas oficiales de Twitter hacen eco que El Salvador ha mejorado su posición en el Índice de Paz Global.

El Salvador mejoró su posición en el Índice de Paz Global producto de las medidas extraordinarias de seguridad. pic.twitter.com/29YH9VNaUn

— Gobierno Abierto (@GobAbiertoSV) 19 de febrero de 2017

Los beneficios que obtendrán los "arrepentidos"

El pasado 16 de febrero, unos 460 pandilleros 18 revolucionarios, presos en el penal de San Francisco Gotera, Morazán, anunciaron que habían renunciado a dicha organización criminal y aseguraron que estaban arrepentidos de los delitos cometidos.

Esto inmediatamente les ha traído beneficios dentro del sistema carcelario, contemplados en el programa Yo Cambio, de la DGCP.

"Nosotros, como internos del sector cuatro, cinco y seis, hemos la tomado la decisión completa de abandonar la pandilla 18 Revolución en todos los actos, en todos los sentidos", dijo uno de los pandilleros que hizo el anuncio.

Agregó que “rechazar la pandilla y abandonar la pandilla no incluye solo decir ya no soy pandillero. Hemos tomado la seria decisión y la concreta decisión en la cual hemos hecho ver a muchas autoridades no sólo de abandonar la pandilla, sino también de borrar, hacer remoción de tatuajes de nuestro cuerpo”.

El pandillero reconoció que en el mundo de las maras esa decisión es una sentencia de muerte. Renegar de dichas organizaciones criminales los lleva a quedar marcados como proscritos.

Inmediatamente al anuncio de ese grupo de reclusos, funcionarios del Gobierno lo atribuyeron a las medidas extraordinarias que lleva a cabo.

Asimismo el Gobierno sostiene que esa acción de los pandilleros es parte del proceso de reinserción que impulsan.

Las autoridades de la DGCP han aceptado que esos pandilleros “convertidos” ya no se encuentran en encierro permanente, como lo demandan las medidas extraordinarias.

Además, forman parte de diversos talleres de pintura, alfabetización y guitarra, entre otros.

Otros  pandilleros que han recobrado su libertad tras purgar sus sentencias se aventuran a territorios desconocidos para predicar la palabra de Dios. Algunos considerados temerarios afirman haber dejado la pandilla y haberse convertido al cristianismo, mientras estaban presos.

Los pandilleros que aún no anuncian que han renunciado a ser parte de las maras continúan con encierro permanente y sin posibilidad que sus familiares los visiten, a diferencia de los arrepentidos, quienes incluso podrán reducir sus penas toda vez demuestren su intención de cambio.

El director de Centros Penales, Rodil Hernández, rechazó el hecho de que los reclusos que han supuestamente renunciado a su pandilla tengan beneficios penales sea una concesión antojadiza.

Explicó que el artículo 105-A de la Ley Penitenciaria les habilita a involucrar a los reos en rehabilitación y reinserción a la sociedad. Este artículo otorga a los reos la posibilidad de reducir sus penas con trabajo comunitario.

Es más, el funcionario negó que dichas medidas se opongan a la Ley Antiterrorista y de proscripción de pandillas, como aseguran algunos diputados consultados. “Ninguna ley puede estar sobre la ley penitenciaria en el interior de un penal”, sostuvo.

Pasarán menos tiempo en la cárcel

El Ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, reconoció ese cambio de los padilleros reclusos, pero reiteró que esto no hará que dejen de cumplir sus sentencias, aunque uno de los componentes del programa Yo Cambio es precisamente que se por cada día trabajado, los reos "pagan" dos días de cárcel, es decir que ven reducida su pena.

“Los internos cumplirán su condena como la ley manda, pero también tendrán la oportunidad de dedicarse a actividades productivas”, aseguró el ministro.

Indicó que son 500 internos que se integraron al programa Yo Cambio, quienes transformarán su vida con actividades productivas y espirituales.

Incluso,el Ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, atribuyó la renuncia de los reclusos  a su pandilla a las medidas extraordinarias contra la delincuencia. El programa Yo Cambio pretende dar empleo a los delincuentes en trabajos relacionados a esta cartera de Estado, como puede ser la construcción de vías o su mantenimiento.

“Otra victoria de las medidas extraordinarias contra el crimen. Desde Gotera 1,200 pandilleros declaran retirarse de las actividades delictivas”, escribió en su cuenta de Twitter.

Agregó que “frente a la efectividad de las medidas extraordinarias de seguridad, cientos de pandilleros de la 18 renuncian a la estructura criminal”.

Al ser cuestionado por cibernautas, Martínez -quien suena como posible carta presidencial del FMLN- sostuvo que “es cierto, hay un grupo que se opone a la estrategia contra el crimen”.

Gobernación defiende potestad de hablar con terroristas

Este fin de semana, Gobernación lanzó los Círculos de Familia en más de 50 comunidades de 12 municipios del país, esto como parte del plan El Salvador Seguro.

 La medida consiste en que de 5 a 15 familias se reúnen durante cada semana para fortalecer la convivencia en su territorio. En la reunión deben de estar presentes jóvenes y adultos.

En ese evento, el Ministro de Gobernación, Arístides Valencia, se unió a las voces que indican acercamiento con las pandillas. Al ser cuestionado sobre si había acercamiento con miembros de pandillas, el funcionario sostuvo que no pueden discriminar a las personas cuando acuden a las comunidades.

“No podemos discriminar a nadie. Cumplimos con la Constitución”, dijo.

Agregó que “constantemente nos vemos expuestos a platicar con cualquier tipo de personas. Lo que estamos haciendo es cumplir con la Constitución”, sostuvo.

Hace unos meses, Valencia fue señalado por aparecer en unos audios en los que -supuestamente- negociaba con pandilleros, esto antes de asumir ese cargo.

Diputados se oponen

Lejos de esas intenciones, están algunos diputados opositores, quienes consideran que este tipo de disposiciones contraría el espíritu de la Ley Antiterrorista, que fue creada con la intención de combatir a estos grupos.

El presidente de la Asamblea Legislativa, Guillermo Gallegos, ha mantenido su posición de no negociar con pandillas y combatirlas hasta exterminarlas.

Incluso ha llegado a decir que prefiere a un pandillero muerto que la víctima sea un policía.

Gallegos ha solicitado recientemente que se dote a un fusil a cada agente de la PNC para hacerle frente a los pandilleros.

Gallegos fue uno de los que impulso que se prorrogaran las medidas extraordinarias en los penales, pese a las protestas de los familiares de los reclusos.

Pese a las advertencias de los diputados, el Ejecutivo ha sostenido públicamente que no negociarán ninguna tregua con las pandillas.

En febrero de 2013, los cabecillas de las pandillas rivales del país anunciaron que renunciaban a la violencia al firman el pacto por la vida y la paz ante funcionarios de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Posteriormente vendría la tregua entre las pandillas durante la administración de Mauricio Funes, de la cual, sostuvo el mandatario exiliado, eran facilitadores.