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Sucesos - la fantástica historia de un hábil mentiroso

Joven engañó una y otra vez a mujer a la que sacó dinero a cambio de un préstamo de dinero que nunca le dio

Un joven, de solo 20 años, sin un centavo en los bolsillos y solo con noveno grado, prometió a una mujer que le haría un préstamo de $5,000 pero para ello le hizo hacer unos desembolsos “para papeleo”, decía.

Cajero
Joven engañó una y otra vez a mujer a la que sacó dinero a cambio de un préstamo de dinero que nunca le dio

Un joven de 20 años utilizó toda su astucia para presentarse como el salvador de la crisis financiera que atravesaba una comerciante a quien con la promesa de facilitarle un préstamo de $5,000 en un banco, la despojó de $320 que serían usados para “papelería por el trámite”, le dijo.

Luego de finalizar sus estudios de noveno grado, José Elías Chávez Rauda, optó por no seguir estudiando y se presentó con sus conocidos como “un prestamista profesional”, esto con el fin que le hicieran llegar clientes, en especial aquellos que se encontraban “contra la pared” por sus deudas.

Un amigo de Chávez Rauda, de nombre Pedro García Bolaños, conoció los problemas financieros por los que atravesaba la comerciante Flor de María Escobar a quien le urgían $1,000 para poder seguir teniendo su negocio informal.

García Bolaños recomendó a la mujer con su amigo para que le consiguiera el dinero y salir del apuro. Es así como a mediados de agosto de 2015 se dio el primer encuentro entre la comerciante y el joven.

Sentado en la sala de su casa y viendo televisión, García Bolaños no intervino más en la relación que Escobar y Chávez Rauda establecieron. En ese entonces el estafador se presentó como “José Elías Linares Conde”, un prestamista profesional que actuaba como “intermediario entre bancos y clientes para evitar aquellos procesos burocráticos que muchas veces provocan que las solicitudes sean rechazadas”.

El hombre generó confianza en la comerciante, quien le vio “cara de bueno” y le empezó a dar pequeñas “cuotas” para hacer caminar la papelería en un banco de la capital, donde según su intermediario tenía “conectes”. Pero el joven le dijo que $1,000 no le iban a ayudar, así que mejor tomara un préstamo de $5,000.

Las palabras –perfectamente seleccionadas por el hombre- hicieron que la mujer no dudara ni un momento para darle los primeros “adelantos” sin recibir comprobantes a cambio. Chávez Rauda decía que no daba recibos porque “no le gustaba hacer públicas sus ayudas a los necesitados”.

Le llama a la mujer para decirle que ya le tenía los $5,000

De agosto de 2015 a enero de 2016 el joven logró que su víctima le entregara $320 dentro de las instalaciones de un banco donde él se iba a hablar con ejecutivos de cuentas para hacerle creer que el crédito estaba en progreso.

Lo que en realidad ocurría en dicho banco, era que los empleados creían que Flor era la madre de José y que ella lo esperaba sentada en una silla mientras este depositaba el dinero que ingenuamente le entregaba su víctima.

El 9 de febrero de 2016, Escobar recibió una llamada de Chávez Rauda para informarle que la espera de su préstamo había terminado y que ese día le iba a entregar el dinero en su totalidad, para ello se tenían que ver en un lugar que les ayudara a despistar a posibles ladrones.

Es así como ambos pactaron un encuentro en un almacén del centro comercial Metrocentro en San Salvador, en horas de la mañana, lugar al que el acusado llegó pero sin el dinero acordado.

La nueva mentira era que “había sido asaltado en el camino”, antes de llegar al almacén.

A diferencia de otras ocasiones, Escobar no creyó en las palabras de su asesor financiero, quien al ver la molestia de su “cliente” le propuso ir a solicitar a nombre de ella un producto valorado en $280 a una casa comercial, para posteriormente empeñarlo y con ese dinero conseguirle parte de los $5,000 prometidos.

La propuesta lejos de calmar los ánimos de la mujer la alteró más, provocando una fuerte discusión entre ambos, que obligó a la seguridad del almacén a intervenir, ya que además consideraron sospechosa la presencia de estos en el establecimiento.

Son llevados presos ambos

La denuncia de la empresa provocó que –en horas de la tarde de ese mismo día- ambos fueran trasladados a la delegación centro de la Policía Nacional Civil (PNC), donde –en horas de la madrugada- se aclara la situación y se ordena la detención de Chávez Rauda y se deja en libertad a la pobre mujer.

Durante buena parte del proceso judicial, el estafador mantuvo que todo se trataba de una confusión y que la persona a la que se señalaba como estafador no era él, ya que no había forma de comprobarlo puesto que el sujeto se negó a entregar documentación para certificar su identidad, reclamó.

Pero esta versión fue modificada por el mismo acusado al momento de emitir su última palabra ante el juez del caso, quien al escuchar el arrepentimiento de este y la oferta de retribución económica avaló la conciliación entre ambas partes.

Chávez Rauda entregó este día $150 a Escobar y se comprometió a pagar los $170 restantes el 30 de octubre de este año. Además dijo haber aprendido su lección y no volver a incurrir en este tipo de hechos que lo llevaron a estar en prisión por más de nueve meses.

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