La noche del jueves fueron velados los restos de la futbolista Jimena Ramírez Granados, de 21 años, en una funeraria capitalina. Sus  familiares y amigos sufrían un dolor inmenso por la muerte de la joven. 

Algunas amistades llegaron a colocar fotografías sobre su ataúd.

El padre de la futbolista explicó a medios televisivos que cuando Jimena jugaba en el Alianza Woman, toda la familia iba con mucha alegría a verla jugar.

"Mi hija, aquí me la voy a llevar en mi corazón hasta que me muera... Ahí tengo recuerdos, medallas y trofeos que a ella se los dieron", expresó el progenitor.

"Dos veces me la convocaron a la Selección Nacional Femenina de El Salvador y es un orgullo para uno".

Se mostró consternado por lo que le pasó a su hija y dijo que "es un delito ser joven en este tiempo. Lamentablemente ella quizás llegó en un momento y lugar equivocados y ahí fue donde fracasaron todos los sueños de mi hija".

Jugaba con pequeños y grandes

Una de las amigas dijo que hablar de Jimena es sólo cosas positivas porque era una chica muy alegre, extraordinaria, que jugaba con los más pequeños y con los grandes de la colonia donde vivía. 

"Era una chica alegre, jovial. Le gustaba el deporte. Es una persona que se va a llevar en el corazón por siempre", dijo su amiga.

"Me siento muy triste porque cuando se conoce a alguien desde pequeño y pensar en lo que le ha pasado o cómo fue su muerte...", se lamentó la amiga al dar declaraciones a los medios de televisión.

Los restos de la joven fueron sepultados la mañana del viernes en el cementerio La Bermeja.