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Sucesos - Causa natural

Socorrista de Cruz Roja que falleció por edema pulmonar deja a dos hijos en orfandad y le faltaban dos años para graduarse de enfermera

Tenía dos años de laborar como enfermera en el área de Emergencias del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) de Zacamil y había trabajado por ocho años en la clínica comunal de Ciudad Merliot en Santa Tecla, La Libertad.

 

enfermera isss
Rita del Carmen Coreas Siliézar, de 42 años, murió de edema pulmonar.
Socorrista de Cruz Roja que falleció por edema pulmonar deja a dos hijos en orfandad y le faltaban dos años para graduarse de enfermera

Rita del Carmen Coreas Siliézar había decidido dedicar su vida al servicio, pues no era socorrista de Cruz Roja, sino también se desempeñaba como enfermera de profesión y estaba estudiando la licenciatura en enfermería en la Universidad Andrés Bello. El pasado sábado una falla repentina en su salud la hizo desplomarse en plena calle en Santa Tecla, sin que sus dos hijos supieran que eran los últimos minutos de vida de su madre. 

Esta enfermera de 42 años salió el sábado de su casa, sin decirle a su familia hacia donde se dirigía. Las horas pasaron y ella nunca regreso. Una hermana de ella tuvo el presentimiento de qué algo malo le había sucedido y efectivamente Coreas había muerto. 

La socorrista trabajaba como enfermera en el área de Emergencias del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) de Zacamil; aunque trabajó por ocho años en la clínica comunal de Ciudad Merliot en Santa Tecla, La Libertad.

Es precisamente en esa ciudad de Santa Tecla donde la mañana del sábado 4 de mayo salió a realizar una diligencia personal. Según informes de una fuente de Cruz Roja, la Policía Nacional Civil (PNC) la encontró inconsciente en la vía pública, pero aún con signos vitales. De inmediato la trasladaron hacia el hospital San Rafael en donde falleció. Los médicos diagnosticaron que falleció a causa de un edema pulmonar. 

Uno de los hijos conversó con El Salvador Times y aseguró  que a ella le gustaba mucho andar por Santa Tecla pues había trabajado por muchos años en esa zona. Sin embargo, ese día ya no volvió a su casa, ubicada en el municipio de Ayutuxtepeque.

La hermana de Coreas tuvo el presentimiento de que si algo le había pasado a su familiar, seguramente había sido en Santa Tecla, por lo que optó por madrugar el domingo y buscarla en ese lugar primero. Al llegar, su sorpresa fue que efectivamente ahí se encontraba el cadáver de la socorrista que fue llevado después al Instituto de Medicina Legal de San Salvador (IML).

"Nosotros nos enteramos de la noticia, pero yo no creía hasta que hablé con mi tía quien andaba en la morgue y me dijo que tuviéramos resignación", expresa el hijo de la socorrista de Cruz Roja. 

Para el hijo de Coreas, esa explicación que les dio el forense de que su madre falleció de un edema pulmonar le genera dudas, ya que dice que padecía de la presión pero no es que estuviera muy enferma.

"Tenía su carácter pero se le pasaba y después se reía. En donde vivimos ella no socializaba con nadie. Eso sí, cuando alguien necesitaba ayuda médica ella la brindaba", explicó.

El joven de 22 años aseguró que la muerte de Coreas es una gran pérdida, pues ella ha sido padre y madre para él y su hermano de 15 años. A su padre a penas lo vieron una tan sola vez, pero su madre fue siempre el sostén de familia. Ahora, será su tía la que les eche la mano pues se quedará viviendo con ellos, sobre todo para ayudar al menor. 

Socorrista de Segunda Brigada de San Salvador

Coreas pertenecía a la Segunda Brigada de socorristas de Cruz Roja de San Salvador, a la cual había ingresado desde el año pasado. Hacía turno dos veces al mes con horario de 6:00 de la tarde a las 6:00 de la mañana del día siguiente.

Brindaba asistencia prehospitalaria y primeros auxilios. "Ella era una persona responsable y atenta a las indicaciones, cumplía con la responsabilidad que se le daba", dijo una fuente consultada de Cruz Roja.

La misma fuente expresó que su mayor inspiración eran sus dos hijos y el ejemplo que les daba era el espíritu altruista de servir a los demás siendo socorrista de una de las principales fuentes de socorro del país.

"Yo a veces le decía que por qué iba, sino le pagaban, no cualquier persona va estar trabajando sin recibir una paga", sostuvo el hijo de la enfermera fallecida.

Los restos de la socorrista y enfermera fueron velados en la funeraria El Perdón la noche del domingo y el lunes por la tarde fue el entierro en el cementerio general de Ayutuxtepeque.

funeral socorrista

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