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Sucesos - Dos pandilleros condenados por homicidio

“¡Ya estuvo, ya se murió la vieja!”

Una mujer de 66 fue asesinada por mareros a quienes se negó a seguir dando comida gratis. Estos le asestaron 27 balazos cuando se encontraba sentada afuera de su casa.

feminicidio
Fotografía de referencia
“¡Ya estuvo, ya se murió la vieja!”

"Ya está. Ya se murió la vieja" anunció por teléfono un sujeto minutos después de dispararle en más de 20 ocasiones a una mujer, en la comunidad Tutunichapa 4 de San Salvador, en un hecho ocurrido en octubre de 2014.

Otro delincuente, por su parte, habría advertido a otros pandilleros de la zona que la policía se acercaba al lugar. Ambos fueron condenados a 25 y 15 años de prisión por el tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador, por el delito de homicidio agravado en perjuicio de María Magdalena Pineda Meléndez.

Los sujetos, identificados como Jesús Aquiles Quintanilla Vásquez, alias  "Juega" y Christian Lucas Ramos, alias "Barbas", fueron señalados por un testigo criteriado como los autores del crimen.

La tarde del 14 de octubre de 2014, los hombres le vaciaron dos cargadores a María Magdalena Pineda Meléndez, de 66 años, cuando se encontraba sentada en la entrada de su vivienda, como solía hacerlo todos los días.

Los resultados del examen forense de Medicina Legal determinaron que el cadáver tenía 27 orificios de entrada y 22 de salida. La Fiscalía acusó a 19 sujetos por el delitos de feminicidio agravado. Todos -miembros de pandillas- fueron señalados por un testigo criteriado de haber participado en el crimen; sin embargo solo dos de ellos llegaron a vista pública, los demás fueron absueltos en la etapa de Instrucción.

El testigo recordó, además, que la víctima le había dicho que tenía problemas con los pandilleros de la zona, a quienes "no se les quedaba callada e incluso se puteaba con ellos".

El requerimiento fiscal señala que "la niña nena", como era conocida, en una ocasión llamó a la Policía Nacional Civil (PNC) para denunciar que los pandilleros habían golpeado a un hombre y lo arrojaron al río. Por tal razón los delincuentes la tenía perfilada como una "soplona", apuntó la fiscal del caso.

Pero este no había sido el único problema que la víctima habría tenido con los delincuentes. Un agente recordó durante la vista pública que en una ocasión Pineda Meléndez le comentó que un pandillero apodado "El Barbas" le habría advertido que la mataría tras haberse negado a entregarle comida y productos de su tienda a él y su mujer. Tras discutir con el pandillero, este la habría amenazado diciéndole "ya sabés lo que te va a pasar".

A pesar que la Fiscalía acusó a los dos sujetos por el delito de feminicidio agravado y pidió una condena de 40 años de prisión, de un máximo de 50, el juez cambió la tipificación del delito a homicidio agravado con un a condena de hasta 30 años de prisión, a solicitud de los abogados defensores.

El principal alegato de los defensores fue que se trató de "un ajuste de cuentas", debido a problemas entre pandilleros y no a un ataque por tratarse de una mujer.

El juez aceptó los argumentos y cambió la tipificación del delito basado en el artículo 45 de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, la cual establece que "habrá cometido feminicidio: quien le causare la muerte a una mujer mediando motivos de odio o menosprecio por su condición de mujer".

Quintanilla Vásquez fue encontrado culpable de disparar y matar a la anciana y fue condenado a 25 años de prisión, mientras que Lucas Ramos fue condenado a 15 años de cárcel por complicidad.

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