• Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 07:26

Sucesos - El Majahual, La Libertad

Así se gestó el asesinato de cuatro hermanos agricultores a los que la 18 señaló de ser de la estructura contraria

Dos de los implicados fueron condenados a 89 y 85 años de cárcel. Luego del múltiple homicidio también murió la abuela de las víctimas, quien sufrió un paro cardiaco producto de la impresión.

Muertos rural, homicidio, violencia
Este es el lugar donde se encontraron los cuerpos de los hermanos, en El Majahual, La Libertad. Foto: Archivo
Así se gestó el asesinato de cuatro hermanos agricultores a los que la 18 señaló de ser de la estructura contraria

La noche del sábado 9 de febrero de 2015, la tranquilidad de los habitantes del caserío El Tigre del cantón El Majahual, en La Libertad, fue irrumpida por un grupo de supuestos soldados que fingieron realizar un operativo casa por casa.

En realidad, se trataba de cinco pandilleros del Barrio 18 Sureños vestidos con ropas oscuras y camufladas que buscaban a cuatro hermanos agricultores. La persecución se dio porque según los delincuentes, los sujetos eran miembros de una estructura contraria y pretendían establecer operaciones de la MS en el sector, que para entonces estaba limpio de estos grupos.

En la oscuridad de la noche, comenzaron la persecución de los hermanos en la casa de una señora, a la que atormentaron con una serie de preguntas y atemorizaron con pistolas y fusiles, por lo que la mujer terminó revelando adónde vivían las víctimas. 

Según reveló un testigo criteriado con clave "Ártico", los pandilleros fueron hasta la vivienda señalada y la rodearon mientras uno de los cabecillas advirtió: "Voy a contar hasta tres para que salgan, cabrones". El resto golpeaba la puerta con sus armas para obligar que abrieran.

Uno de los ocupantes de la casa de construcción rústica abrió ly se entregó a los supuestos soldados, uno de ellos empezó a golpearlo con el arma hasta desangrarlo; luego lo sacó por la fuerza, lo obligó a cruzar una calle de tierra y lo llevó por una vereda que lleva hacia una zona de matorrales.

Detrás, la escena se repetía con los otros tres hermanos, según consta en el expediente judicial.

Tras el grupo de agricultores iba una mujer que suplicaba que los dejaran ir mientras repetía a gritos que sus parientes no tenían nada que ver con grupos criminales. Uno de los atacantes se volvió hacia la anciana, la ultrajó y la amenazó con que si no se callaba, le dispararía con una escopeta. La mujer se quedó helada, orando, viendo como sus parientes se perdían entre los matorrales.

El cuádruple crimen se cobró otra víctima

condenados

Al amanecer del día siguiente, la familia de los hermanos salió a la búsqueda de sus parientes. Después de varias horas de caminar por las veredas del lugar, la abuela de las víctimas, Leonor Franco, de 81 años, encontró tres cadáveres. Eran sus nietos.

El impacto fue tal, que la mujer sufrió un paro cardiaco que le costó la vida.

Un reporte de la Policía Nacional Civil (PNC) informó del hallazgo de los tres cuerpos en una zona boscosa y a unos 30 metros un cuarto cadáver. Se trataba de César Alejandro, de 22 años; Alexander Enrique, de 20; Wilfredo, de 18, y Nelson Leonardo, de 16, todos de apellidos Martínez Franco.

La veracidad del testimonio de "Ártico" se sustentó cuando habló de unas camisas blancas que fueron encontradas en la escena, las cuales se las quitaron a las víctimas para descubrir si tenían tatuajes alusivos a la Mara Salvatrucha. Sin embargo, los abogados defensores de dos de los implicados intentaron desacreditar el testimonio argumentando que "Ártico" obvió en sus palabras su participación en el hecho.

Tras el levantamiento de la escena, la Policía determinó que los jóvenes no tenían antecedentes penales y que no tenían relación con grupos criminales.

El lunes se realizó la vista pública en el Juzgado Especializado de Sentencia B contra dos de los implicados, Walter Alexander Pineda Grande, alias "Snyper", y Wilber Enrique Sosa López, "Psyco", y la tarde del martes se determinó la culpabilidad de ambos en el hecho.

Pineda Grande fue condenado a 89 años de cárcel -20 por cada homicidio y 9 más por ser palabrero de la clica de la zona- y Sosa López pagará una pena de 85 años de prisión -20 por cada homicidio y cinco por ser soldado-. 

OTRAS NOTICIAS DE INTERÉS

Comentarios