Fue interceptado por las autoridades por exponer la vida de los pasajeros y el resto de conductores, las pruebas reflejaron que conducía con 173 grados de alcohol.
Estaba a punto de recuperar su libertad, pues había cumplido su condena, pero no pasó los controles en el penal de Quezaltepeque.
Rocío, la joven que la semana pasada se quitó la vida lanzándose de un paso a desnivel en Antiguo Cuscatlán tenía una de las mentes más brillantes para las matemáticas y estuvo a punto de graduarse como abogada.
Perdió el control del vehículo cuando circulaba por un tramo en construcción de la carretera Litoral.
Medio Ambiente reportó la presencia de la bestia y solicitó a la población mantenerse alejada.
La noticia fue dada a conocer el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, quien aseguró que la denuncia fue recibida en la Comisión Arquidiocesana de Protección de la Niñez.