El familiar del fontanero recibía droga y $50 por cada kilo que recibía y almacenaba en un rancho de playa de San Diego.
La hermana y el esposo de la víctima se enojaron porque la víctima no pudo cuidar a sus hijos; en estado de ebriedad, la atacaron pero ella terminó disculpándolos ante un juez.
Carlos Enrique Quintanilla seguirá en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pero este día se le retirará uno de los tubos que se le colocaron.
El estado de salud del cuñado del delantero de Alianza sigue siendo delicado.
La corporación policial dice que el victimario trabaja como vigilante y que la discusión se originó por problemas personales, sin especificar las razones.
En horas de la tarde, los abogados salieron del juzgado Séptimo de Instrucción con la orden de libertad de sus clientes.
La investigación de la Fiscalía determinó en este caso que la esposa de la víctima junto a dos de sus hermanos había contratado a dos pandilleros para cometer el crimen y así poder cobrar los seguros de vida.