Más de un millar de migrantes hondureños rompieron este domingo un cerco de la policía guatemalteca para impedirles avanzar a suelo mexicano en su trayecto a Estados Unidos.
La víctima es María Esther Ramírez, de 36 años de edad, cuyo cadáver fue encontrado boca arriba, envuelto en una sábana y con sangre en el cuello y nariz.
El hecho ocurrió en la ciudad de Urumchi; el joven retado por sus amigos se tragó el cubierto y no logró sacarlo con una cuerda como tenía planeado; un año después acudió al hospital
Estadísticas policiales detallan que el sábado hubo 12 homicidios en todo El Salvador.
La misa fue dirigida por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, y celebrada por los obispos de Centroamérica.
Según se informa, las cenizas humanas también se esparcen en espacios de flores, jardines alrededor del parque y en paseos acuáticos como Piratas del Caribe, el foso de Dumbo y Un mundo pequeño.
Sujetos desconocidos llegaron a la casa del joven en horas de la madrugada para asesinarlo, su madre se opuso a esto y por lo cual decidieron arremeter en contra de ella.
Los hechos ocurrieron en el municipio de Huixtla, cuando algunos migrantes estaban dormidos y otros preparándose para ello, cuando los fumigadores llegaron al lugar y sin previo aviso, rociaron gas por las bancas en las que descansaban los hondureños.
En total serían siete las osamentas las que estarían enterradas en el cementerio, las cuales tendrán que ser desenterradas.
Enemigos políticos de Trump acusaron al mandatario de incitar a la violencia tras la interceptación de supuestos explosivos de fabricación casera a Barack Obama, Hillary Clinton, la cadena CNN y otras figuras denostadas por los partidarios de Trump.
