Las autoridades detallaron que el vehículo donde fue localizado estaba a nombre de su compañera de vida.
"La víctima agarró el cable tirado que se había reventado el cual tenía electricidad, por lo que cuando hizo contacto con sus manos, se electrocutó", explicó una fuente policial consultada.
Se trata de una boa constrictor de más de un metro de largo que se había alojado en un mueble del centro escolar.
La joven fallecida fue Ana Cristina Lazo Cano, de 19 años de edad, quien estaba hospitalizada desde la tarde del lunes en el hospital privado Nuestra Señora de La Paz.
Entre los imputados se encuentra uno que tiene antecedentes de haber participado en hechos delictivos similares.
Personal policial de la ciudad brasileña de Teresina secuestró al animal en una casa que funcionaba como punto de venta de drogas.
Al escuchar los disparos, los hijos de la víctima llamaron a las autoridades de la PNC, quienes llegaron a la zona y acordonaron la vivienda al encontrar el cadáver de la mujer tendido sobre la sala.
Rivas fue detenido la madrugada del jueves y, de acuerdo con personal de la Policía Nacional Civil (PNC), se negó a realizarse la prueba de alcotest tras ser detenido, pero se encontraba en evidente estado de ebriedad. Sin embargo, al día siguiente, la Fiscalía General de la República (FGR) pidió su liberación.
El hecho ocurrió en un rancho privado ubicado en la playa San Diego, La Libertad. Comandos de Salvamento atendió la emergencia, pero al momento que lo iba a trasladar al hospital San Rafael de Santa Tecla, falleció por el golpe que se dio en la cabeza.
Los restos de la menor están siendo velados en la casa comunal de la comunidad Valle de Oro, ubicada en la colonia Escalón en San Salvador.
