Hernández estaba siendo reclamado por la justicia por los delitos de homicidio y feminicidio.
La PNC maneja como hipótesis del crimen que el albañil fue asesinado por residir en otra colonia donde acecha la pandilla contraria de donde estaba trabajando.
En el robo participaron más pandilleros, pero solamente uno fue capturado luego de la persecución.
El pandillero era buscado por la justicia salvadoreña desde octubre del 2018.
El caso es manejado con cierto hermetismo por parte de la Policía Nacional Civil (PNC), ya que no han querido brindar el nombre y ninguna postura con respecto al mensaje que le dejaron al sujeto en la espalda.
Habría ingresado a Honduras por un punto ciego en la frontera.
Según una fuente policial, tres agentes de la División de Investigaciones (DIN) realizaban un procedimiento de entrega controlada de una extorsión en perjuicio de una víctima, quien denunció el delito ante las autoridades.
“El Popeye” fue trasladado de emergencia al Hospital Nacional de Jiquilisco con lesiones graves provocadas por armas de fuego.
Una fuente policial explicó que Hernández era madre de un pandillero que fue eliminado el año pasado luego de que él y un grupo de criminales atacaron a balazos a un grupo élite de la policía.
La PNC presume que pudo haber muerto a raíz de una intoxicación alcohólica aunque el caso está por sobreaveriguar, según informó una fuente policial.
