Son muchos los que todavía se frotan los ojos incrédulos ante el gran comienzo de temporada que está realizando el Fútbol Club Barcelona. No por dudas relacionadas con su nombre, ya que el Barça siempre ha sido un club principal en Europa, sino por cómo parecían haberse hecho las cosas en lo respectivo a los fichajes, pero tal y como veremos a continuación, parece que la cosa no va tan mal.

La portería, desde hace ya unos años, parece ser la posición más estable de todo el campo, y es que bajo los palos, pocas veces son las ocasiones que Marc-André ter Stegen es suplente y Jasper Cillessen titular.

Dentro de la defensa destaca Semedo, jugador recién llegado y que en principio creó desconfianza. Un precio desorbitado, 40 millones de euros, y su procedencia de la liga portuguesa hacían dudar de que el jugador de ascendencia caboverdiana pudiera dar la talla en un equipo de gran renombre internacional. Sin embargo, en las cuatro titularidades que lleva en el Camp Nou el portugués ha demostrado que su rendimiento es más que notable.

También en la defensa hubo dudas con respecto a la temporada pasada en cuanto a la posición de central, concretamente entre Mascherano y Umtiti.  El francés parece haberle ganado al argentino, aunque con lo cambiante que es el fútbol, el jefecito puede retomar la titularidad en cualquier momento.

Los que se mantienen fijos en la defensa son Jordi Alba y Gerard Piqué. Este último, además de ser un jugador clave para el equipo y una de las voces de la plantilla de cara a los medios de comunicación, también destaca en otro deporte, aunque en este caso mental. Al central se la ha visto con asiduidad en diferentes grandes torneos de póker a nivel internacional. El último de ellos fue el PokerStars Championship, en el que el futbolista consiguió meterse en el top 5 de mejores jugadores, superado por nombres como el del sueco Sebastian Sorensson, quien finalmente se alzó con el premio final.

En el centro del campo, posición que el Barcelona siempre ha cuidado y respetado, es donde más dudas se han creado, ya que el equipo se ha visto mermado por la falta de fichajes y la continuidad de algunos jugadores como André Gomes o Arda Turan que han dejado entrever que no habría una buena campaña este año. De momento, Paulinho, jugador ya veterano y comprado recientemente por nada menos que 40 millones de euros, está dando un resultado estupendo, dedicándose a defender y a sumarse en ataque, una de sus mejores cualidades, y que sin duda están ayudando al Barcelona a ganar los partidos con sus goles.

Iniesta, Busquets y Rakitic parece que seguirán teniendo todo el peso del equipo. De momento su rendimiento es satisfactorio. Con todo, el equipo carece de fondo de armario, y es que no cuenta con sustitutos de garantías a la hora de las rotaciones.

En la zona del ataque, la marcha de Neymar al PSG dejó a todos los culés con cara de incredulidad, pues nadie se esperaba que este miembro de uno de los tríos atacantes más importantes de la historia, la MSN, siglas pertenecientes a Suárez y Messi, se fuese a marchar. Esta posición no quedaba bien cubierta, según muchos especialistas, con la recompra de Gerard Deulofeu, que se había criado en la cantera del Barcelona pero que se fue en búsqueda de mayor protagonismo a otras ligas como la Premier League con el Everton o a la Serie A italiana con el AC Milán, donde jugó media temporada y dejó muy buenas impresiones. Pese a todas las dudas, de momento ha funcionado bien dando asistencias y sumando tantos en su cuenta individual.

El que sí parece ilusionar a los blaugranas es el flamante fichaje de Dembélé. Llegado desde fútbol alemán por una cuantía económica muy considerable, superando los 140 millones de euros, el francés está llamado a hacer grandes cosas en el club catalán, aunque habrá que esperar hasta enero para verlo debido a la lesión que acaba de sufrir: rotura del tendón y bíceps femoral afectado.

Pese a las dudas que se habían creado a principios de temporada, ha quedado demostrado con los resultados recientes que el Barcelona tiene una plantilla fiable que aspira a conseguir todos los títulos.