Medios de prensa guatemaltecos recogieron los reclamos de sus ciudadanos que pidieron que el parlamento suspenda los excesivos gastos de alimentación de sus diputados, pagados con fondos públicos, y que se retome el ejemplo de El Salvador que aprobó eliminar dicho beneficio.

En Guatemala durante reuniones de Junta Directiva, de Jefes de Bloque (de fracción), y en sesiones plenarias, la presidencia del parlamento ordena comida para los asistentes, adicional a los pagos por dietas que cada uno de los diputados recibe.

Por presentarse a las sesiones de Junta Directiva y Jefes de Bloque, cada diputado recibe por reunión un mil quetzales, es decir, $133; mientras que por asistir a plenarias y sesiones de comisión los legisladores reciben aparte otros 5 mil quetzales ($686) mensuales por cada rubro, compararon los inconformes.

“A esto debe sumársele que al mes cada bancada dispone de un mil quetzales por el simple hecho de existir en concepto de fondos rotativos, comúnmente llamados ‘caja chica’ y un mil quetzales adicionales por cada diputado que la integre”, dijeron los quejosos.

Pero los beneficios no se quedan ahí, además los selectos miembros de Junta Directiva también tienen derecho a una caja chica mensual de 10 mil quetzales, o sea $1,333.

Los guatemaltecos demandaron ante medios de comunicación que se elimine la compra de alimentos y que cada diputado lo haga de su propio bolsillo, al igual que están haciendo los parlamentarios salvadoreños. “En el Congreso de Guatemala no existe una propuesta como la de El Salvador para recortar estos gastos”, dijo uno de los usuarios.

El salario de un diputado "de llanura" de Guatemala es de 29,150 quetzales, lo que equivale a $3,882.