Todos los días sale a vender dulces para ganar dinero y comprar su comida, y en la noche duerme junto a la tumba de su madre en un cementerio, esa es la rutina de un niño de siete años en una ciudad de Colombia.

La casa improvisada del menor la ha construido con unos palitos y encima de éstos le ha puesto un plástico negro y en el suelo ha colocado una cobija y otros trapos.

En una publicación de Tu Nota se explica que la madre del pequeño murió hace seis meses y quedó prácticamente abandonado, ya que nunca conoció a su padre.

"Esta es mi casa. Sí, aquí vivo con mi mamá, ella falleció hace seis meses", explicó el infante al ser preguntado por un reportero.

El periodista, quien aparentemente ya conocía al niño, le había relatado que vivía junto a su madre y que ella también vendía dulces.

"¿Usted me había dicho que su madre vendía dulces con usted?", le pregunta el comunicador.

"Sí, ella vende dulces en el cielo. Mi mamá murió de cáncer, y le prometí que nunca la iba a dejar sola", afirmó el menor.