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Judiciales - Tribunal 4° de Sentencia

“Hipotequen la casa”, fue lo último que le dijo una víctima de secuestro a su familia luego que Policías les exigieran $100,000

La víctima, quien fue asesinada en 2014, había sido secuestrada dos veces: Una en mayo y la otra en diciembre, ambos meses de 2013. Los captores solicitaron $100,000 a los familiares con la promesa de dejarlo libre.

 

secuestro
Imagen referencia.
“Hipotequen la casa”, fue lo último que le dijo una víctima de secuestro a su familia luego que Policías les exigieran $100,000

Nuevamente, Marcos de Jesús Maldonado y José Concepción Marín, el primero exagente de la Policía Nacional Civil (PNC) y el segundo inspector de esa institución, enfrentaron un proceso judicial en su contra, en donde se les imputa el delito de robo agravado y otros, que según la Fiscalía General de la República (FGR) cometieron en el 2013, año en el que se les acusa de haber secuestrado en dos ocasiones a una misma víctima.

El pasado 28 de mayo de 2013, un empresario identificado -con la clave de protección a víctimas- como “Julia" se conducía en su vehículo sobre el kilómetro 56.5 de la carretera que de Zacatecoluca conduce hacia San Luis La Herradura, cuando un retén policial le hizo parada. 

Se trataba de un falso retén, pero la víctima sin saberlo tuvo que detener la marcha. Eran al rededor de las 11:00 de la mañana, cuando cinco policías se le acercaron, le solicitaron sus documentos y de un momento a otro lo bajaron de su pick up para encapucharlo.

“Julia” fue privado de libertad durante cinco horas. Sin embargo, aproximadamente, a las 4:00 de la tarde fue puesto en libertad.

Preocupado, asustado y sin sus pertenencias (un arma, dinero en efectivo, un reloj y joyas de oro) logró retornar a su vivienda. Los hechos se los relató a “Fidel”, un testigo con régimen de protección. De esto también se dieron cuenta sus seis hijos, entre ellos “Rafael” y “Carlos” (ambos también testigos del caso).

El segundo secuestro de la misma víctima y en la misma zona

Siete meses después, el empresario volvió a ser víctima de fraudulentos policías. Esta vez fue secuestrado, debido a que les exigieron una alta cantidad monetaria a los miembros de su familia. Para ser exactos, $100,000.

La noche del 30 de diciembre de 2013, “Julia” se disponía a ir a dejar una vasta mercadería de su negocio, por lo que se hizo acompañar de “Rosa”.

Cuando transitaban sobre el kilómetro 57.5 de la carretera que de Zacatecoluca conduce hacia San Luis La Herradura –1,000 metros después de donde la primera vez fue privado de libertad- se encontraba un nuevo falso retén de la PNC. La historia se volvió a repetir, pero esta vez “Rosa” también fue “parte de la presa”.

Las dos víctimas fueron introducidas a la fuerza a una patrulla policial y tras ello fueron conducidos al interior de un campo de cultivo de caña de azúcar.

“Yo le marcaba para saber por dónde iba y la última vez que me respondió el celular fue a eso de las 8:00 de la noche; media hora después él ya no contestó”, comentó en sus declaraciones “Fidel”.

Las negociaciones para la libertad

La angustia de “Fidel” inició desde que ya no supo nada de “Julia”, pero esta se agudizó a eso de las 2:00 de la madrugada del 31 de diciembre de 2013 cuando iniciaron las negociaciones. La celebración familiar del Año Nuevo se truncó.

“Esto no es broma y no estamos jugando, queremos que nos des 100,000 dólares”, escuchó “Fidel” a través de su teléfono. Eran sus captores.

El testigo, quien ha declarado una y otra vez en más de alguna de las salas del Centro Judicial “Isidro Menéndez”, informó a “Rafael” y “Carlos” la exigencia hecha en plena madrugada.

Con mucha preocupación lograron recaudar $4,000 – ni la mitad de lo que pedían los sujetos-, por lo que notificaron la cifra en las siguientes llamadas de “cobro”.

La última vez que “Fidel”, “Rafael” y “Carlos” escucharon la voz de “Julia” fue el 3 de enero de 2014, cuando sonó el teléfono y pusieron en altavoz la llamada: “Hipotequen la casa”, dijo.

Siete días después, el 10 de enero, “Julia” fue encontrado semienterrado en el caserío El Cenizo, cantón San Alfonso, una localidad del municipio de Tamanique, situado en el departamento de La Libertad.

El dolor entre los testigos aún persiste. Cuatro años después, las lágrimas de “Rafael” y de “Carlos” aún no dejan de rodar cada vez que relatan lo sucedido a preguntas de un juez, los abogados defensores de los dos policías y del fiscal a cargo del caso.

La huida que salvó a “Rosa”

Luego de que fueran privados de libertad, tanto “Julia” como “Rosa” fueron llevado al cañaveral, sitio en donde los mantuvieron, pero luego los encerraron en una pequeña casa. El primero fue esposado junto a un muro; el segundo, solo fue amarrado.

Tras un descuido de sus captores, “Rosa” logró quitarse sus ataduras, intentó auxiliar a “Julia”, pero las esposas metálicas lo impidieron. Sin perder más tiempo tuvo que escapar con la promesa de buscar ayuda.

“Rosa” –según relató- corrió varios kilómetros dejando el cansancio atrás. Solo quería huir y poder encontrar a alguien en quien poder confiar para notificar lo sucedido. Esto lo comunicó a “Fidel”, a “Rafael” y a “Carlos”.

“No tengan miedo, confíen en nosotros, porque no todos somos malos”, les dijo un agente policial a los testigos, el día en que interpusieron la denuncia del secuestro. Días después se enteraron del fallecimiento de “Julia”.

El falso retén policial

Según la Fiscalía, esta no es la primera vez que los agentes hacían este tipo de acciones. De hecho, según el Ministerio Público, los policías colaboraron al montar un retén policial, en la calle que conduce hacia San Luis La Herradura, con la excusa de revisar la documentación de tránsito a las víctimas.

Luego de hacer una supuesta inspección al vehículo de las víctimas, los agentes los habrían transportado en una patrulla y los entregaron a otros miembros de la organización criminal, quienes comenzaron las negociaciones monetarias.

Según la FGR, los sujetos habían instalado un retén vehicular falso para interceptar a las víctimas. La División Élite Contra el Crimen Organizado (DECO) de la PNC explicó que los policías utilizaban recursos institucionales para cometer estos delitos.

Un alcalde implicado en la estructura criminal

El 23 de julio de 2014, la PNC capturó a quien fue alcalde de San Luis La Herradura, La Paz, en el periodo 2000-2012, Milton Galileo González López, luego de que la Unidad Especializada Contra el Crimen Organizado de la FGR lo acusara de ser el autor intelectual y líder de una organización que ejecutó el secuestro antes descrito, entre otros.

González López, quien era asesor legislativo del Partido de Concertación Nacional (PCN), fue detenido por la madrugada en su casa de ese municipio, sitio en donde se encontraron tres armas de fuego.

El exjefe edilicio poseía un arma calibre 9 milímetros, otra de 38 milímetros y la tercera de 40 milímetros, además de abundante munición para las mismas, según dijeron las autoridades.

El proceso judicial en contra de los policías

El 12 de junio de este 2018, en la sala de sentencia 3-“A” fue trasladado el expolicía Marcos de Jesús Maldonado, un privado de libertad que guarda prisión en el centro penal “La Esperanza”, luego de que el Tribunal Especializado de Sentencia “B” emitiera el 17 de abril de 2015 una condena en su contra. 

Maldonado fue condenado por el segundo caso de secuestro cometido a “Julia” (el 30 de diciembre de 2013) y además ha sido procesado por la primera privación de libertad de la víctima (mayo 2013) en el Tribunal 4° de Sentencia de San Salvador.

Por su parte, el inspector José Concepción Marín por el primer proceso fue absuelto, pero ahora enfrenta este nuevo juicio -con medidas sustitutivas- junto a Maldonado señalado de robo y otros delitos en perjuicio de "Julia". 

Este 25 de junio, el tribunal continuará el desarrollo del juicio en contra de ambos exagentes de la institución de seguridad pública para determinar si son condenados o no por el delito de robo agravado y otros.

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