El Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador condenó a Miguel Ángel Serrano, docente de la facultad de medicina de la Universidad de El Salvador (UES), a 18 meses de trabajo comunitario y a pagar $720 dólares americanos a su victima, una alumna suya, quien lo denunció por acoso y agresiones.

El dinero le servirá a la victima para tratamiento sicológico, en tanto, a Serrano también se le suspendieron sus derechos civiles, tales como ejercer el voto.

Al docente de la UES se le comprobó que no estaba cumpliendo con las medidas de alejamiento impuestas inicialmente por el Juzgado Séptimo de Paz, de San Salvador. El ahora condenado, incluso, llegó a amenazar a la victima por medio de correos electrónicos.

La Unidad de Atención Especializada para las Mujeres de la oficina fiscal de San Salvador celebró la condena.

De igual forma lo hizo la abogada de la victima, licenciada Verónica Burgos, quien explicó que a la audiencia no se presentaron los testigos del docente, quien se defendió diciendo que está siendo acosado y amenazado en redes sociales, así como que hay mensajes en su contra en los baños de la universidad. 

El caso venía desde 2016. El Salvador TIMES lo conoció en diciembre de ese año. En ese momento eran dos alumnas las que se quejaban de este docente. Una de ellas abandonó la UES y la otra lo demandó.

El docente, quien se negó a hablar del tema por considerar que es una "situación delicada", estuvo involucrado con otro caso similar por el cual otra estudiante abandonó la institución. María (cuyo nombre real fue cambiado por protección de identidad) asegura haber recibido agresiones físicas y verbales por parte del maestro, quien le reprochó haberla ayudado en una materia.

Al ser consultado por nuestro medio sobre ambos casos, el maestro recurrió a su abogado quien le aconsejó no dar declaraciones al respecto.

“En la Junta Directiva de la facultad me atacan por haber hecho la denuncia y no me hacen caso cuando pido informes de este caso. En una ocasión un par de alumnos, amigos de él, me rociaron gas pimienta. Ellos se habían reunido con el docente y habían sido enviados para agredirme. En esa ocasión me sacaron en ambulancia de la Universidad”, comentó en su momento la demandante.