• Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

Política - Opinión de Vanda Pignato

Carta 3 a los Candidatos Presidenciales: ¿Políticas públicas o asistencialismo?

¿Qué es lo que no debe hacerse? Regresar a esquemas de mero asistencialismo, en las cuales se realice “caridad pública” a través de la mera entrega de regalos o donaciones de alimentos, medicamentos, láminas o ropa sin un enfoque de promoción de derechos humanos

Vanda Pignato
Vanda Pignato
Carta 3 a los Candidatos Presidenciales: ¿Políticas públicas o asistencialismo?

Seguramente sabrán que el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 1) es “Poner fin a la pobreza en todas sus formas […]”, considerando a la misma como “un problema de derechos humanos”, siendo que de acuerdo a la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples 2017, aunque la pobreza en El salvador ha bajado, todavía el 34% de la población vive en esta condición.

Pese a lo anterior, aún es notable la ausencia de propuestas adecuadas y sostenibles en los programas que plantean algunos de los candidatos presidenciales. Peor aún, hemos conocido de algunas iniciativas que podrían debilitar la institucionalidad, anular el enfoque de derechos humanos y retroceder en los avances que hasta ahora se han logrado. Por esta razón me permito en esta carta abordar la cuestión y ofrecerles una iniciativa que, a mi juicio, debe constituir una absoluta prioridad del próximo gobierno, para ser llevada adelante en los primeros 100 días de gestión. 

Lo primero es reconocer que en el país hemos dado algunos pasos, importantes, aunque no del todo suficientes, que no deben anularse, sino todo lo contrario, fortalecerse. Desde la institucionalidad creada en los últimos dos gobiernos, y con el desarrollo de verdaderas políticas públicas, se han hecho los avances más significativos. La política social ya no es mero asistencialismo como antes del año 2009, encargada a un despacho de la primera dama como último rincón de la misericordia y la caridad, a lo que el país nunca debe volver.

El Salvador cuenta con políticas públicas y con programas de protección y desarrollo social, con el objetivo de erradicar la pobreza y la exclusión social, contribuyendo –desde un enfoque ético y de justicia social– a garantizar el acceso a la educación, a la salud, a la formación y creación de oportunidades para los sectores poblacionales en situaciones de mayor vulnerabilidad, entre otros, a fin de que ninguna persona se quede atrás en el goce de sus derechos humanos. 

A partir de experiencias exitosas –como la creación del programa Ciudad Mujer, del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, la aprobación de la Estrategia de Erradicación de la Pobreza, por mencionar algunos ejemplos– propongo la implementación de una política extraordinaria de combate al hambre, la pobreza y la exclusión que acelere el logro del ODS 1 en El Salvador, basada en 5 ejes: 

1- Acceso a los alimentos, con programas de estímulo a la producción familiar y compra de los productos por el gobierno, generando rentabilidad directa para los productores y productoras, distribuyendo los alimentos en las escuelas, hospitales y comunidades con mayor vulnerabilidad alimentaria y nutricional, a cambio de su propia participación en esfuerzos de desarrollo comunitario o local.

2- Fortalecimiento de la agricultura familiar, garantizando acceso al crédito, involucrando los bancos públicos y estimulando pequeños negocios liderados por agricultores/agricultoras familiares en todos los municipios del país, respetando su cultura local y su capacidad de producción. 

3- Transferencias condicionadas, fortalecimiento de programas de transferencias condicionadas a todas las familias pobres del país, priorizando las que están en extrema pobreza. Estos programas deben contemplar el mayor acceso a los servicios y atenciones en materia de salud, educación, asistencia social, agricultura, cultura y programas de cuidados que faciliten la participación ciudadana y política de las mujeres, todo articulado también con los Centros de Ciudad Mujer. 

4- Protección Social a quienes más necesitan, creando Centros de Asistencia Social en todos los municipios del país, con equipos multidisciplinarios de  trabajadoras sociales, psicólogos, educadores, abogados, que provean atenciones y orientación a las mujeres, niños y niñas, adultas y adultos mayores, personas con discapacidad u otros, realizando las derivaciones y articulaciones con los servicios locales de acuerdo con sus necesidades. 

5- Ciudadanía Activa: Articulación, movilización y control social, creando en los territorios, consejos locales de políticas públicas para la evaluación y planificación de las nuevas estrategias de inclusión y mejoría de las condiciones de vida, empoderamiento de las mujeres y de otros grupos poblacionales, incentivando a la participación en la comunidad. Se deben crear grupos de inclusión productiva, estimular la participación en la vida comunitaria. 

¿Qué es lo que no debe hacerse? Regresar a esquemas de mero asistencialismo, en las cuales se realice “caridad pública” a través de la mera entrega de regalos o donaciones de alimentos, medicamentos, láminas o ropa sin un enfoque de promoción de derechos humanos. Comprobado está que acciones así debilitan el empoderamiento ciudadano y crean clientelismo partidario, lejos de lo que mandata la Constitución de la República.

Un candidato que quiera verdaderamente trabajar por un El Salvador democrático, participativo, inclusivo y desarrollado comprenderá que esto es un tema de nación, y deberá demostrar, con hechos, que apuesta por verdaderas políticas públicas y no por el populismo. ¿Quién de los cuatro asume el reto?

Comentarios