El secretario general del FMLN, Óscar Ortiz, y otros miembros de la militancia izquierdista sentaron su postura ante las detenciones de cinco exfuncionarios de ese partido político acusados por los delitos de lavado de dinero, peculado y enriquecimiento ilícito.

La reacción se dio a conocer en el local 1316 del Frente en San Salvador, después de que el Gabinete de Seguridad y el fiscal general dieran una conferencia de prensa en torno a las capturas de Carlos Cáceres, Violeta Menjívar, Erlinda Hándal, Hugo Flores Hidalgo y Calixto Mejía, quienes ostentaron puestos públicos durante la administración del expresidente Mauricio Funes de 2009 a 2014.

"El país ha entrado a una etapa acelerada, a una etapa oscura que nos hace pensar en aquellos tiempos previos a los acuerdos de paz", dijo Ortiz.

"Se ha roto la democracia... se ha roto de manera acelerada con la institucionalidad que empezamos a ganar con los Acuerdos de Paz... lo que se está consumando es una dictadura".

Dijo que rechazan categóricamente la manera con la que se está procediendo. "Lo que en nuestro país se ha comenzado a consolidarse es una violación sistemática a los derechos civiles, políticos y humanos de nuestras familias y comunidades", comentó.

Aseguró que todo lo que se está viviendo ahora tiene en el fondo un propósito: callar las voces críticas, amenazar todo tipo de oposición, chantajear la diferencia y sobre todo lo que nunca se pensó que volvería a El Salvador, que es la persecución política contra todo aquello que se oponga al actual régimen o grupo dominante.

"Lo que estamos viendo es un régimen que busca mecanismos para profundizar el odio, la división, confrontación y sobre todo callar y amedrentar a todos aquellos ciudadanos que han venido trabajando y actuando de acuerdo a mecanismos democráticos", dijo Ortiz.