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Social - Necesita prótesis

“Que me quiten la pierna mamá, mucho me duele”, la respuesta de un niño de ocho años a su madre para curar un tumor

“La psicóloga del hospital se ofreció a decirle al niño y yo le dije que sí, pero al final terminé diciéndole yo”, relató la madre del menor. 

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Fotografía tomada y publicada con el permiso de los padres del menor.
“Que me quiten la pierna mamá, mucho me duele”, la respuesta de un niño de ocho años a su madre para curar un tumor

“Que me la quiten mamá, mucho me duele”, fue la respuesta que le dio un niño de ocho años a su madre luego de saber que le amputarían la pierna debido a un tumor que le apareció en esa parte del cuerpo hace dos años.

Marielos nunca imaginó la madurez emocional con la que su hijo, Edwin (nombres modificados a petición) asimilaría la situación que a ella la quebrantó por completo en un pasillo del Hospital de Niños Benjamín Bloom.

Durante el año 2016, la mujer notó que a su hijo le apareció una pelota en una de sus piernas que se hinchaba y poco a poco iba creciendo.

La madre decidió buscar ayuda con médicos especialistas debido a que recordó que en la zona donde vivían otro niño padeció un mal similar por el que termino muriendo.

 “Me dijo el doctor que se le había hecho una infección, me le dieron unas medicinas pero eso no le ayudó a mi hijo”, relató Marielos a El Salvador Times.

La mujer aseguró que su hijo pasó durante un año con un medicamento que no le ayudó a mejorar la salud del menor a tal punto que la única solución brindada por los médicos era quitarle la pierna afectada.

 “Hablé con mi esposo y me dijo que él no quería que le quitaran la pierna al niño, pero que si era para su bien y que había que hacerlo”, recordó Marielos quien señaló que el terrible diagnostico lo recibió en octubre de 2017.

“El doctor me dijo que la única forma de salvarle la vida a mi hijo era cortándole toda la piernita, no sabe lo difícil que fue escuchar eso”, relató la mujer con un nudo en la garganta.

En ese momento, la madre de Edwin no supo cómo reaccionar ni qué hacer y se preguntaba cómo le diría a un niño de ocho años que tendría que vivir sin una de sus piernas.

“La psicóloga del hospital se ofreció a decirle al niño y yo le dije que sí, pero al final terminé diciéndole yo”, señaló la madre quien fue directa con su hijo al que le explicó que podía usar una pierna postiza que aliviaría su estado de salud.

“El doctor dice que te tienen que cortar la piernita porque esta malita y ya no se puede sanar, pero después te van a poner otra, una de hierro y esa ya no te va a doler”, fueron las palabras que Marielos utilizó para informar a Edwin.

La mujer aseguró que en ese momento creyó  que el niño se negaría, pero para su sorpresa el pequeño respondió sin ningún tipo de temor: “Que me la quiten mamá, mucho me duele”.

La operación fue un éxito, no tuvo complicaciones, pero una nueva etapa estaba por iniciar ya que tres días después de haber sido amputado tuvo que someterse a la primera quimioterapia.

“Le pusieron 17 quimioterapias y las alternaban una fuerte y otra suave. La primera hizo que el niño tuviera vómitos y fuego, ya para la segunda su cuerpo se adaptó”, recordó Marielos.

El tratamiento provocó que Edwin perdiera totalmente su cabello, pero esto nunca lo afectó ya que lo que él deseaba era que el dolor desapareciera y llevar una vida como la de sus amiguitos.

Una prótesis para ir a la escuela

Al ser dado de alta y conocer cada día iba mejorando, la familia decidió incorporar al niño a los estudios que había dejado abandonado por su tratamiento, pero él se negaba por temor a lo que pudieran decirle sus compañeros en la escuela.

“Los niños son curiosos y no lo hacen por mal, ellos llegaban y le preguntaban qué le había pasado y eso era lo que no le gustaba a mi hijo”, contó Marielos a El Salvador Times.

Ls madre comenzó a tener conversaciones con su hijo sobre los temores que tenía y en poco tiempo logró cambiar la mentalidad de su hijo que finalmente se reincorporó a sus actividades escolares.

Ahora, la familia del menor busca ayuda para poder reunir $3,000 para que Edwin tenga una prótesis y que su vida vuelva a ser similar a la que tenía antes de que la enfermedad comenzara.

 Si usted es una persona de buen corazón que quiere ayudar a esta familia puede comunicarse con este medio al 2264-0967 o a través de nuestras redes sociales para más información.

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