• Diario Digital | viernes, 26 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

Sexo

Síndrome de retracción genital: el miedo a perder el pene

Se trata del síndrome de Koro o síndrome de retracción genital, un trauma psicológico que afecta a los hombres y que consiste en creer que el  pene se está encogiendo hasta causarles la muerte.

Síndrome de Koro
Síndrome de retracción genital: el miedo a perder el pene

La explicación de este síndrome es como cuando la tortuga introduce su cabeza al caparazón para protegerse al momento de tener el contacto con una persona. Esa suele ser la descripción gráfica de este trastorno. 

Conocido como síndrome de Koro tiene su origen en el sudeste de Asia, pero la prescripción se ha revelado en el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM); un problema que afecta comúnmente a personas que consideran que su pene se está reduciendo de manera continua hasta introducirse en la parte baja del abdomen hasta causar la muerte. 

En países europeos y en Estados Unidos esta enfermedad se le reconoce con el nombre de “síndrome genital” y que los hombres que la padecen tienen síntomas de sufrir ansiedad, esquizofrenia, anomalía corporal y ataques de pánico entre otros síntomas por lo que deben buscar la  intervención de un tratamiento psicólogo. 

Especialistas en el tema explican que en países como China, Singapur y Tailandia el síndrome se registra como una epidemia causada por infecciones o creencias culturales que en 1967, 1976 y 1985 se registraron casos de hombres afectados por una bacteria de cerdo envenenado, por un ataque vietnamita e incluso lo vincularon a causa del marxismo.

Otros pacientes que sufren el síndrome de Koro aseguran que se da cuando el hombre ha tenido contacto con una persona que trató de despojarlo de su órgano genital por medio de la brujería por lo que su pene se reduce.  

Investigadores de la Universidad de Alemania afirman que es muy difícil registrar esta  patología, ya que hay hombres que evitan conversar sobre su trastorno, y que al contrario deberían acudir a un profesional de la salud para evitar obsesionarse por un trastorno delirante. 

Además los científicos manifiestan que una educación sexual adecuada para menores debe considerarse en colegios y escuelas para mitigar estos problemas en su vida adulta. 


 

Comentarios