El asesinato de la policía Norma Carolina Figueroa Solís, de 31 años, ocurrido la noche del miércoles en el municipio de Santa Cruz Analquito en Cuscatlán en un supuesto asalto, dio un nuevo giro en las investigaciones.

La División Central de Investigaciones (DCI) capturó al compañero de vida de Carolina, quien es también policía e iba en el carro patrulla junto a ella cuando ocurrió el ataque.

El detenido es Mario P., de 29 años acusado por el delito de feminicidio en perjuicio de la agente.

En un primer momento se detalló que Carolina junto a Mario fueron atacados a balazos por pandilleros en un intento de robo, versión que fue descartada posteriormente por las autoridades.

La agente, aún con vida, fue llevada al Hospital Nacional de Cojutepeque y murió minutos después debido a la gravedad de las heridas.

Una fuente cercana al caso relató a El Salvador Times que ambos policías estaban destacados en la delegación de Cabañas y que estaban en su día de licencia, y se conducían en un vehículo cuando empezaron a discutir, supuestamente por celos. 

Mario P. detuvo el automotor en la carretera Panorámica de Santa Cruz Analquito y siguieron discutiendo. En ese momento se bajaron y al parecer él sacó su arma de equipo y le disparó a la víctima.

La fuente detalló que cuando llegaron investigadores de la DCI el capturado dio dos versiones diferentes sobre lo ocurrido; además, encontraron sólo un casquillo de arma, lo que no concordaba con lo que él dijo al principio... de que habían sido ametrallados.

De ser encontrado culpable y vencido en juicio, Mario podría enfrentar una condena de 50 años de prisión.

El caso es similar al de la agente Lorena Beatriz Hernández, quien estaba destacada en la subdelegación de Mejicanos y fue asesinada por otro policía con quien sostenía una relación sentimental en enero del 2018.

Al principio se manejó la versión que ella se suicidó sin embargo, las investigaciones arrojaron que el hecho fue el agente Néstor Mejía, que fue encontrado culpable y condenado a 50 años de cárcel.