A pesar de no compartir la mismas creencias, los líderes de las principales iglesias evangélicas del país coinciden en que el acto de canonización de Óscar Arnulfo Romero es un reconocimiento la labor social que realizó al frente de la Iglesia Católica en una de las épocas más duras que ha vivido el país.

El Salvador Times conversó con Carlos Rivas del Tabernáculo de Avivamiento Internacional, Mario Vega de la Iglesia Elim y Edgar López Beltrán del Tabernáculo Amigos de Israel quienes pese a no considerar santo a Romero destacan su labor en vida un mediador con Dios. 

Rivas describió a Romero como un “profeta de su tiempo” debido a que su postura frente a los problemas sociales, al punto de ser mal visto por miembros de su misma congregación.

“Monseñor tuvo mucha oposición dentro y fuera de su iglesia pero la que más le dolió fueron fue dentro de la iglesia que pertenecían a una línea conservadora en la que estaban muchos obispos de América latina.  Esto llegó a ser de mucha influencia en el Vaticano”, explicó.

En tanto, el pastor Vega señaló que el magnicidio de Romero levó a la sociedad salvadoreña a tomarlo como modelo a seguir, algo que ha retomado más fuerza en los últimos meses.

“El mejor beneficio que la población salvadoreña puede sacar de la canonización es que la imagen de Romero sea vista como un modelo para ser seguido bajo la solidaridad y compasión", remarcó Vega.

Por su parte, López Beltrán, mejor conocido como Toby Jr, señaló que la figura de Romero impactó de gran medida en la realidad salvadoreña a tal punto de realizar “un punto de quiebre” en las tradiciones de la iglesia católica´

“El hecho de proponer estar del lado de la gente y volver a los orígenes y dejar de engordarse de los más desfavorecidos de este mundo. Los anteriores obispos habían bendecido golpes de Estado, había un casamiento con los gobiernos militares”, explicó.

Lo que preocupa de la canonización

Antes de que el papa Francisco anunciara su canonización, cientos de seguidores ya se habían adelantado colocándole el título de “San Romero de América”; lo que daba otro carácter mucho más allá del social, algo que estos evángelicos señalan que puede ser opacado por el rango de santidad otorgado la madrugada del domingo.

“A mí lo que me preocupa con este proceso de beatificación es que se mutile el pensamiento de monseñor Romero, que es lo más significativo y se convierta ahora en un personaje neutro, un santo apartado y retirado de toda la gente”, valoró el líder del TAI.

Vega por su parte cree que las personas, a pesar de no compartir la visión de Romero, deben de conocer sobre su vida y no tomar un modo insensible ya que “tomar esa actitud que ‘no importa’ ya es una inferencia hacia la historia y eso es grave porque si no se conoce la historia nacional no se puede ir mucho de un salvadoreño que pueda dar un aporte”, declaró.

López Beltrán, quien maneja el tema con discreción, dijo que a pesar de tener puntos en contra de la doctrina “felicito a la feligresía católica por esa fiesta que ellos celebran definitivamente que es algo inédito para muchos católicos; va a traer mucha esperanza a nuestro país tan golpeado por la violencia”.